
La primera
parte comenzó preciosa, un partido que gusta a los aficionados al fútbol, con
mucho ritmo, jugadas de peligro, desborde y velocidad. En los primeros cinco
minutos, Mario Gómez tuvo la primera para los italianos asistido por un grandísimo
Joaquín, muy pitado por todos los sevillistas, que jugando a banda cambiada
creó mucho peligro.
Mientras que
los italianos no aprovechaban sus oportunidades, los sevillistas demostraron
que tienen una buena pegada. En el 17, Bacca recibió un pase de Vitolo dentro
del área, el delantero asistió a Aleix, que entrando desde el lateral pegó de
primeras y batió a Neto, que hizo la estatua. Con el
resultado en contra, los de Vicenzo Montella demostraron que de estilo italiano
tenían poco y muy cerca estuvieron de empatar el partido.
Joaquín, extra motivado por la banda izquierda, pasaba a Mati Fernández, pero éste
incomprensiblemente sólo en el área la erraba. Pocos minutos más tarde, el chileno volvió
a tener otra, pero esta vez paró Sergio Rico. El portero sevillista, en el 25
hizo un paradón a un remate a bocajarro de Salah. Estaba teniendo buenos
minutos la Fiore, en un partido que en ocasiones era de ida y vuelta y al final
de la primera parte intentaba dominar los de Montella, que dio una buena
imagen, pero sus jugadores tuvieron un problema de precisión.

El segundo
gol hizo mucho daño a la Fiorentina, y el Sevilla aprovechó el mal momento de
los italianos, que estaban perdidos en el campo, para meter en el 75 el 3-0.
Buen gol de Gameiro, que acababa de saltar al campo sustituyendo a Bacca, y como
no podía ser de otra forma asistido por Aleix Vidal, el francés metía la
puntera para enviar el balón a gol y sentenciar el encuentro. La
Fiorentina en los últimos minutos intentó marcar un gol que le metiera en la eliminatoria,
pero lo más cercano fue un posible penalti de Coke sobre Joaquín, que el
colegiado Brych consideró que la carga del sevillista no era suficiente para señalar
penalti.
Hay que dar
mucho mérito a Emery, que supo aprovechar las carencias que tenían los
italianos en las bandas con la incorporación de los laterales y no dejaron que
los centrocampistas del equipo italiano estuvieran cómodos en todo el partido. Gente como Borja Valero o Pizarro estuvieron perfectamente defendidos y gracias
a esto el Sevilla tiene medio pie en la final.
Escrito por: @danizama