12 de enero de 2015



El FC Barcelona ha conseguido una importante y vital victoria en la noche de ayer, al doblegar al Atlético de Madrid en el Camp Nou, con los goles del tridente mágico culé, Neymar, Luis Suárez y Leo Messi. Para los colchoneros acortó distancias Mandzukic desde los once metros. El Barça jugó su mejor partido de la temporada y ganó a un rival que se le estaba atragantando últimamente. 

                          Gran victoria para el Barcelona que sigue la estela del Madrid.

Posiblemente en la peor semana que se pueda recordar en mucho tiempo, en la semana con más altibajos que se conozcan, en la semana que Luis Enrique era sentenciado por el Camp Nou llega, el mejor partido del Barcelona durante esta temporada, y no ha podido elegir mejor rival, más que el campeón de la pasada liga, ofreciendo un fútbol intenso, aguerrido, con una actitud inconmensurable y con una consigna bastante clara: cuando el Barcelona juega en equipo, es prácticamente invencible.
Y con esa semana de revueltas a la espalda llegaba el conjunto azulgrana a la cita, teniendo encima que recibir a un equipo que no se le ha dado precisamente bien desde la llegada de Simeone, pues el año pasado se enfrentaron en 6 ocasiones y en ninguna pudieron ganar a los hombres rojiblancos. Pero ni el Atlético de Madrid era ayer el de todo este tiempo atrás, ni el Barcelona de ayer era el de las últimas semanas. Es más, en tan sólo la primera parte consiguieron crear más peligro que durante todos los partidos contra los colchoneros del curso pasado. Dato, cuanto menos, curioso.
Como curioso ha sido este renacer y este fútbol que se sacó el Barcelona en la noche de ayer, alternando el toque con la agresividad, la fuerza con la dureza, y las acciones ofensivas con las defensivas. Le hemos dado tantos palos al Barça de Luis Enrique que hoy me tengo sólo que deshacer en elogios.

Lucho sacó a quienes tenía que sacar, y mira tú por dónde, la cosa fue de maravilla. La alineación más habitual del Barcelona o la que se debe sacar en la mayoría de partidos importantes se puso ayer en liza y el Barcelona con una actitud maravillosa destrozó cualquier aspiración que tuviera el Atleti para ganar y puntuar en el Camp Nou. Bravo bajo palos, Alves Piqué Mascherano y Alba en defensa. Busquets Iniesta y Rakitic en el medio y arriba, ese tridente mágico que ayer brilló con luz propia, Luis-Ney-Leo.

El partido comenzó como les relataba, con una intensidad impropia del Barcelona hasta la fecha. con un juego desplegado a la contra para matar cualquier despiste o distracción del rival, con una presión de Busi y Rakitic altísima, con Leo Messi ayudando en la presión de la salida de pelota de Gámez, en fin, algo que vimos en una noche que no se le va a olvidar al aficionado culé. Y no se le va a olvidar porque ya se le tenía muchas ganas al rival, esa impotencia que provocaba el año pasado jugar contra ellos y caer, caer, caer y volver a caer, ya tocó techo y, como dice el dicho, al Atlético ayer le dieron de su propia medicina. Y, con ese juego que no era brillante pero si vistoso, que no era de enmarcar pero sí de aplaudir, llegó una y otra y otra ocasión del Barcelona que Moyá. Godín y Gimenez intentaban achicar como podían. Pero en el minuto 12 de la primera parte, una acción de Leo Messi en su banda derecha acaba con un mal remate de Suárez que manda a la red Neymar tras el rechaze, era el 1-0, el Barcelona, tras mucho tiempo, se le adelantaba al Atlético de Madrid. Pero, para evitar que sucediera lo de la temporada pasada, marcar y dejarse empatar, el equipo de Luis Enrique no bajó el pistón, ni la intensidad, siguió jugando como hasta ese minuto, como lo estaba haciendo para deleite del Camp Nou. Y producto de dicha intensidad y brillantez llegó otra acción pasada la media hora de Leo Messi que asistió en el área a Luis Suárez para que éste batiese a Moyá. 2-0, ver para creer, papeles cambiados, el muerto era el Atlético y el depredador el Barcelona. Que cosas tiene este deporte. Así llegó el final de la primera parte, con un Barcelona arrasando a un frágil e indolente Atlético de Madrid que poco y nada pudo hacer durante los 45 primeros minutos para frenar el ímpetu culé.

La disputa de la pelota es el reflejo del choque entre ambos.

La segunda parte tampoco dejó indiferente a nadie, pues el Barcelona seguía con su mismo guión a emplear y el Atlético intentaba sacar la cabeza de la cueva donde el Barcelona le había abocado. Entraron Torres, Raúl García, que no hicieron más que aumentar el nivel de competitividad y exigencia que ya había sobre el césped del Camp Nou. Entre estas, apareció en el ecuador de la segunda mitad una acción donde Jesús Gámez cae derribado en el área por, sí, escuchen bien, Leo Messi, y el arbitro señaló el punto de penalti. Para mí algo dudoso, pero si así lo vio Undiano, pues pitado queda. Mandzukic cogió la responsabilidad y no falló ante Bravo, para ponerle el poco picante que le faltaba ya al choque. Desde ese minuto, acometidas del Barcelona una detrás de otra, el Atlético a base de balones parados instauraba el miedo y el terror en el coliseo culé y apareció más si cabe la dureza. Entradas de Juanfran, Godín, Gimenez sobre Neymar, Suárez, amonestadas todas por el colegiado. También en la noche de ayer repartía el Barcelona con Mascherano y Busquets como culpables y con Arda, Koke, Raúl como víctimas. Aunque este último tuvo un enfrentamiento con el brasileño Neymar que poco faltó para que llegasen a las manos. Neymar con sus regates, driblins, acciones ofensivas, volvía locos a los defensas rojiblancos y a un medio campo incapaz de pararle a la hora de afrontar las acciones ofensivas. 
Pero, faltaba uno, por aparecer, el que había repartido todo el juego hasta ahora. y Leo apareció para cerrar el choque. En medio de tanganas, luchas, presiones. protestas contra el colegiado, una pared del argentino en el 88 con Rakitic, hizo que Messi batiese a Moyá y marcara el 3-1 definitivo. De paso poner a sus pies el Camp Nou, que ayer 82000 personas no dudaron en hacer público el amor, la devoción y el sentimiento que tienen hacia el argentino. 


El tridente hizo deleitar al Camp Nou con un partidazo.

En definitiva, 12 de Enero de 2015, 7 meses después de arrancar el curso, vemos el mejor partido del Barcelona de Lucho, en la semana que más próxima parecía su destitución, llega el despliegue de actitud, entusiasmo, ganas, velocidad. rimo. ataque. consistencia. y lo más importante. un equipo, por lo menos los jugadores. UNIDO. Veremos en los próximos partidos si es un espejismo o por fin la realidad, pero si el Barcelona juega con la mitad de la intensidad de anoche, no tendrá ningún problema en doblegar a cuanto rival se le ponga por delante, Es cuestión de hacerlo y entenderlo.

Hecho por: M. David C. Martín ( @MDavidCorrea)




















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