2 de noviembre de 2014

Nueva jornada del Calcio, tras jugarse prácticamente todos los partidos de Serie A, le llegaba la hora al segundo mejor equipo del Mundo en horas bajas contra la brillante revelación, el Palermo.

Saltaban los jugadores al campo con la sorpresa, casi costumbre, que muestra Inzaghi casi en todos los partidos, Saponara partía como titular en el habitual 4-3-3.

No empezaba bien el partido, Alex se lesionaba en el 3´, Inzaghi decidía sustituirle por, atentos a este momento debido a que la mala actuación de este jugador decantó la balanza a favor de los visitantes, Zapata. A partir de ahí los rossoneros se nublaron ciegamente.

Desentonaba atrás el Milan, en parte era meritorio por la extrema movilidad de Vázquez, Lazaar y Dybala, pero se mantenía vivo gracias a la disponibilidad defensiva por parte de Poli y De Jong.

 El Milan, sorprendentemente (a posteriori) tenía la primera ocasión del partido con una llegada de Poli que finalizó impotente. Dybala casi metía poco después pero Diego López despertaba con un paradón, marcando el inicio de un show. (primer aviso)

Barreto replicaba con un magnífico lanzamiento desde el córner pero atajaba Diego López (segundo aviso).

Como si de un guión se tratase, Menez, el mejor actor, casi marcaba con un gran disparo que despejaba Sorrentino.

Lazaar replicaba, repitiendo la estructura, con un lanzamiento desde lejos que se envenenaba, de nuevo Diego López sacaba una mano para despejar la ofensiva marroquí (tercer aviso).

 En ese mismo córner, el colombiano Zapata, actor estrella, se marcaba un autogol al intentar despejar. Perplejismo rossonero, reflexionaba Galliani y maldecía Inzaghi. (cumbre siciliana)

Sacaba de centro el Milan, según la estética del guión, tendría que replicar, pero no (nudo caótico) Enzo Maresca robaba el balón para triangular con Vázquez y Barreto a una velocidad vertiginosa, el último pase dejaba a Dybala ante Diego López, dejándose llevar por el caos la jugada debería de terminar en gol pero sería un final demasiado fácil, típico casi monótono; así que Diego López realizó una parada que rompió las bases del partido, el escritor se dejaba llevar. (fin del caos).

Dybala rompe el partido.
Volvía la calma rossonera pese a la derrota momentánea, pero de nuevo Maresca robaba, Barreto cedía brillante para Dybala (actor revelación) que esta vez sí marcaba el 0-2. Caprichos del destino, un minuto más tarde se acabo la oportunidad rossonera con una jugada semejante (déjà vu)

La gente en San Siro indignada quería replicar, palabra casi aburrida en este momento, pero estaban despistados, perdidos.

De nuevo Maresca robaba, repetición constante, pero esta vez era él el que finalizaba la jugada con una combinación por parte de Vázquez. Córner. Se mascaba la tragedia pero no, de nuevo sería simple finalizar así, quería engancharte poco a poco.

En la siguiente jugada Barreto ponía el esférico en la escuadra, Diego López volaba acariciando la pelota, caía rompiendo el silencio para animar a sus compañeros, sigue el show (trama).

(Fin del primer acto)

El Shaarawy entraba, revolución para buscar esa catarsis productiva que cotizaba el juego del equipo rival.

Ese motivo casi racionalista daba más ocasiones a los sicilianos, Vázquez casi marcaba el tercero, el guardameta rossonero atajaba.

Tras la lluvia viene la calma, pensaría Inzaghi, que jugando sus cartas vio producción, podía morir pero merecía intentarlo. El Shaarawy lanzaba el balón rozando el palo de Sorrentino, avisaba.

Menez marcaba el ritmo, viendo al equipo volcado en ataque. El casi era una amenaza pero tras discurrir los minutos pasaba a un absolutismo demagogo por su parte asi que el guión merecía algo de acción.

El Shaarawy buscó el gol varias veces pero no se llegaba a encontrar, ídem pensaba Torres mientras Inzaghi mascaba palabras. (final del nudo/trama)

Seguía el partido, acababa, se olía el final, no merecía acabar de esta manera tan sosa, aunque Rami furioso insultó al árbitro por pitar una falta que culminaba la frustración milanista que se mezclaba con una pasividad casi vergonzosa. Ya nada se podía hacer (desenlace).

(Final del segundo acto)



Guión crónico escrito por Miguel Ángel Martín (@AdictoFutbolES)




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