15 de noviembre de 2014

Grecia entrenada por Ranieri, en una situación mala buscaba tres puntos vitales ante la débil Islas Feroe.

El dominio era local pero la posesión se atragantaba en mediocampo, Samaris y Maniatis tocaban sin cansarse ante una defensa visitante implacable.

Poco a poco los helenos iban acercándose con disparos desde la frontal aunque el peligro no era evidente. En cambio apretaban los dientes en contragolpes los feroeses con una defensa local desconcertada y, con un gran acierto por parte de Holst y Edmundsson.

Karelis estuvo a punto de marcar con un disparo que finalizó en el lateral de la red, este era el punto de inflexión necesitado pero en cambio fue un favor al conjunto de la isla nórdica.

En la siguiente jugada un centro acabó en la cabeza de Hansson que obligaba a Karnezis a estirarse y salvar lo imposible. Antes del descanso el portero volvió a salvar al conjunto griego en un mano a mano con Edmundsson.

Descanso.Las sensaciones eran buenas por parte de los visitantes pero los locales necesitaban carburar. Ranieri decidía meter a Athaniasidis, pese a la pésima imagen de equipo por parte de los helenos.

En el primer minuto, Islas Feroe creaba peligro hacia la meta de Karnezis y poco después estrellaría un balón al palo tras un centro raso a la frontal. Grecia estaba desdibujada por la falta de casta y lucha.

Edmundsson callaba el estadio.
Volvían a llegar los nórdicos y nuevamente sacaba Karnezis, mas en la siguiente jugada Edmundsson marcaba un gol histórico tras una gran jugada feroesa y un rechace que cazó.

Llovía sobre mojado, el problema griego se agrandaba de forma exagerada. Mavrias entraba pero tampoco era una pieza cambiante.

Koné falló un centro de Mavrias a puerta vacía, su tiro se fue alto inexplicablemente. A partir de ahí Koné empezó a tirar del equipo y sería él el que estuvo a punto de marcar un disparo raso.

La posesión griega ardía con sensación de necesidad dinámica, así Koné y Lazaros empezaban a destacar por banda.

Estaban rotos los grecos pero en cambio estaban replegaditos los feroeses con una tranquilidad pasmante.

Lazaros mordía y lanzó un centro que se paseó por la línea de gol pero nadie empujaba, poco después Koné estrellaba el balón al larguero para culminar el infortunio local, era simplemente imposible.

Las críticas caían hacia Ranieri... Ni Samaras ni Mitroglou... Pitó el final y se confirmaba la hecatombe. Islas Feroe ganaba a la griega ante Grecia.

Por Miguel Angel Martín (@AdictoFutbolES)


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