23 de abril de 2015




El Artemio Franchi se vestía de gala para llevar en volandas al equipo dirigido por Vincenzo Montella, que no ha defraudado y ha realizado un partido extraordinario, ganando al cuadro ucraniano por 2-0. Los violas llegaban al partido de vuelta con una ligera ventaja gracias al gol de Babacar en el último instante del partido de ida.

El comienzo del equipo toscano sería fulgurante. Dos ocasiones prácticamente consecutivas, una de Salah y otra de Marcos Alonso, que enviaba el balón al larguero con un tiro desde la frontal, ponían en serios aprietos a la defensa ucraniana cuando apenas se habían jugado diez minutos. El control y el dominio del equipo de Florencia era total y el Dinamo Kiev no conseguía salir adelante ni para armar un contragolpe. En el minuto 21, Mario Gomez dispuso de dos ocasiones en poco más de un minuto para adelantar en el marcador a los de Montella, pero Shovkovskiy repelía la primera ocasión con una gran parada y el delantero alemán fallaba sorprendentemente un cabezazo en el área pequeña en la siguiente jugada.

A pocos minutos del final de la primera parte, Jeremain Lens era expulsado por doble amarilla después de simular un penalti. Después de la expulsión, que hizo que los de Rebrov se echasen aún más hacia atrás, llegaba el primer gol de los violas. Mario Gomez esta vez sí conseguía superar al guardameta ucraniano, aunque con una pizca de suerte, ya que el centrochut de Joaquín le rebotaba en el pie al querer controlarlo y salía disparado hacia el fondo de la red. El primer tiempo terminaba con el 1-0 favorable para los de Montella, que eran claros merecedores de la victoria momentánea.

La segunda parte sería más de lo mismo: el Dinamo Kiev se encerraba atrás y esperaba que la Fiorentina cometiese un fallo en la circulación del balón para poder contragolpear y meterse en el partido. Los italianos volvieron a disponer de ocasiones muy claras para sentenciar el partido. Nada más comenzar la segunda mitad, Salah tuvo en sus botas el 2-0, pero después de desbordar a su marcador en línea de fondo, pecaba de individualista y su tiro golpeaba el palo después de haber rebotado en un defensa.

Joaquín y Matías Fernández pudieron sentenciar la eliminatoria, pero sus disparos se marchaban rozando el palo. Vargas, que había sustituido a Salah, sería quien sentenciaba el partido, con una gran definición ante Shovkovskiy tras una gran asistencia de Matías Fernández. El 2-0 de la Fiorentina hizo justicia e, incluso, pudo quedarse por todas las ocasiones que los italianos desperdiciaron.



Escrito por: @AresGC10

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