7 de mayo de 2015


El FC Barcelona ha dado un paso importante en la tarde noche de ayer, venciendo por 3-0 al Bayern de Guardiola, con un esplendoroso partido de Lionel Andrés Messi, que volvió a aparecer cuando el partido estaba abocado al empate, con dos genialidades a la altura del mejor jugador del mundo. Guardiola volvió a casa y demostró que no tenía ni equipo ni táctica para parar al futbolista argentino. El tercero lo marcó Neymar para cerrar una goleada excesiva que pone al Bsrcelona cerca de la final.




Barcelona y Bayern de Munich se citaban en la tarde de ayer a las 20.45 en el Camp Nou de Barcelona, en el primer asalto de las semifinales de esta edición de la Champions League. Una semifinal que, para muchos, era una final anticipada, a 180 o 210 minutos de la que podríamos disfrutar, y en efecto, hemos disfrutado, de unos primeros 90 minutos apasionantes, de fútbol de verdad, con ritmos altos de buen fútbol por ambos equipos y que tenía una batalla campal en el medio campo, que quedó anulada en el último cuarto de hora, cuando apareció el mejor fubolista del mundo, le pese a quien le pese, para decantar la ida de la eliminatoria. Lucho y Pep, Pep y Lucho, dos amigos, dos hermanos, enfrentados en pocos metros cuadrados de césped con dos equipos potentes y con dos ideas de fútbol parecidas: ganar jugando a lo que les gusta; el fútbol. Pep ya lo conocíamos en estas batallas, pero Lucho se estrenaba en un envite de tanto calibre para desarrollar su idea ante el campeón alemán. Un equipo bávaro que se presentó en la ciudad condal con muchas bajas, sin parte de su artillería arriba, sin Robben ni Ribery y sin parte de su columna vertebral, sin Javi Martínez, Badstuber, Alaba y con su delantero polaco. Robert Lewandowsky, en baja forma sin poder apenas entrenar. Enfrente el Barceloa del tridente, o digamos, el Barcelona de Leo Messi, Porque ni Lucho, ni Andrés Iniesta, ni Neymar ni por mucho que se pague por Suárez, este equipo juega al ritmo y al son que marca el argentino y a lo que la capacidad e imaginación del argentino puedan producir en el terreno de juego. Con todo preparado, con los focos pendientes de la vuelta del mejor entrenador de la historia del Barcelona a la que fue y será siempre su casa y con más de 95000 espectadores, con el mejor árbitro del mundo impartiendo justicia, el espectáculo estaba más que servido.



Y el choque comenzó con un ritmo trepidante, con un Barcelona que aprovechaba la dinamita que posee en la parte ofensiva, y el Bayern, con la filosofía que su entrenador, tenga las bajas que tenga, morirá con ella, teniendo la pelota y no dando un pelotazo siquiera, El Bayern su plan consistía en bloquear la participación de los hombres señalados de la columna vertebral, una columna que si alguien conoce perfectamente es el técnico de Sampedor. Leo Messi entraba en la zona media del campo para pelear los balones por alto con Bernat e intentar ganar los balones para asistir a Suárez y Neymar y que estos intentasen colocar el primero en el marcador. El primer cuarto de hora fue tremendo, con una intensidad brutal, con una asfixiante presión del conjunto alemán en las salidas de balón del Barça y viceversa. Boateng y Benattia no podían y Mascherano y Piqué se veían obligados a dar balonazos para superar la primera línea de ataque de cada equipo. La primera la tuvo Luis Suárez, que aprovechó la peinada de Leo Messi para, con mucho espacio por delante, plantarse en el mano a mano ante Neuer, que se marcó un partidazo, pero el portero alemán en una parada de balonmano evitó el primer gol culé, El Barcelona siguió atacando, y en otra jugada de ataque, Suárez se fue de Bernat para ganar línea de fondo, ponerla atrás para que Neymar, desaparecido en esta primera parte, no acertase a rematar bien y batir al gran portero bávaro. Guardiola rectificó su esquema inicial, con defensa de 3 y 2 carrileros, y pasó a una forma más común, con una defensa de 4 y Lahm en el medio campo, de libre. Con ese cambio, el técnico español consiguió frenar el ímpetu azulgrana y evitó la sangría que pudo haber provocado ese suicidio de salir a la locura en el Camp Nou ante el ataque del Barça


La primera parte continuó por los mismos cauces, con un Suárez guerrero que se peleaba con la zaga alemana, pero éstos, imponentes, conseguían sacar todos los balones del equipo de Luis Enrique. Con Muller, Thiago, Schweinsteiger, el Bayern intentaba dominar la situación y en una llegada por banda derecha de Muller la puso al corazón del área para que Lewandowsky rematase, pero el polaco no llegó a contactar con la pelota y batir a Ter Stegen.
Una primera parte trepidante, con otra ocasión de Alves que se inventó un pase de Iniesta, y que el brasileño no acertó tampoco a batir al gigante portero alemán. Se llegó al descanso, todo en el aire, con un ritmo y un juego precioso entre dos equipos que buscaban un pase a la final el 6 de Junio y que ofrecieron un buen menú para los asistentes al Camp Nou.


La segunda parte todo comenzó con la misma tónica. El Bayern de Munich intentó controlar más la pelota, con un INCONMENSURABLE partido de Xabi Alonso, y el Barcelona se sentía incómodo ante la nueva presión asfixiante del conjunto bávaro. Muller y Lewandowsky intentaban crear peligro ante el marco defendido por Ter Stegen pero una defensa impecable de Mascherano con Piqué, un gran Jordi Alba entrando por la banda y un gran Alves, en defensa y ataque. El partido según avanzaba se venía más abajo, porque aparecía el famosos "miedo a perder" y cometer un fallo que dejase la eliminatoria decantada para alguno. Más dramático que un gol culé era un gol del Bayern, por ello el Barcelona de Luis Enrique intentó atacar desde la buena defensa. El primer y único tiro del Bayern de Munich a puerta fue de Thiago Alcantara, que como Guardiola, tambíén volvía a la que fue su casa hasta hace poco. Y después de ese tiro a puerta del hispanobrasileño llegó el show del mejor jugador del mundo, de Leo Messi, que es el único método anti tácticas que te rompe o te cambia un partido en un abrir y cerrar de ojos. Antes del primer gol de Messi, se reclamó una falta dentro del área de Boateng a Neymar, que reclamó penalti pero Rizzoli no señaló nada. Neuer sacó de puerta, la presión del Barceloa surgió efecto y Alves robó una pelota que entregó a Leo Messi, que se postuló en el balcón del área para lanzar a puerta, con virulencia, pegada al palo, al que nada pudo hacer Manuel Neuer, que por fin era superado. Primer gol del Barcelona, y Messi, quién sino, abría la lata que más tarde él mismo ampliaría,



Y para comentar el segundo yo, personalmente, voy a hacer mención a la frase de Pep en la rueda de prensa anterior al choque: "Cuando el talento florece, todo lo demás sobra". Pues eso, apareció el talento del argentino y el Camp Nou encendió los focos para ver OTRA OBRA DE ARTE. Minuto 80, 3 después de haber abierto el marcador, Leo recibe un pase en la banda derecha, de Busquets, que se zafa de la presión de 3 contrarios, y con un regate espectacular deja roto en el suelo con la cintura váyase a saber dónde a Jerome Boateng, y en el mano a mano, escorado en la banda derecha, se la picó en vaselina a Manuel Neuer, que poco pudo hacer ante la obra de arte del crack argentino. El Camp Nou y sus aficionados no paraban de corear al dios de este deporte, que parece que no está pero siempre aparece, y que, en las grandes citas, vuelve a sacar a la luz al mejor Barcelona para conducirlo a la final del próximo 6 de Junio en Berlín. De paso, demostrar a Guardiola, Luis Enrique y al mundo entero, que pase lo que pase, el seguirá siendo el rey. Entró Xavi, y Lucho sentó a Rakitic, que hizo otro gran partido, También entró Rafinha por Iniesta, y Bartra por Mascherano, para sostener la ventaja tan maravillosa como tesoro en oro que había conseguido el conjunto culé de manos, o en este caso, de los pies, de su estrella.



Se añadieron 4, y en el descuento apareció ese factor común que lleva apareciendo en los´últimos partidos del conjunto de Luis Enrique, el tridente mágico. Balón en ataque del Bayern que buscaba a la desesperada marcar un gol que le diera algo de vida en la vuelta en el Allianz Arena, pero lo que llegó fue el tercero. Suárez la sacó, Leo Messi la dirigió y Neymar en el mano a mano bailó al son de la música que bailó durante el último tramo del partido el conjunto azulgrana. 3-0, resultado redondo, maravilloso, y 90 minutos por disputar en Munich para afrontar una nueva final.

El fin de un partido que marca la época del nuevo Barcelona de Leo Messi, porque el Barceloa triunfador de 2008-2011 fue el Barcelona de Guardiola, donde nació una estrella que se aprovechó de un estilo que juego que a día de hoy le eleva a los cielos, y cuando el estilo no percute, lo hace su calidad y don que hace que nos deshagamos en elogios una y otra vez hacia el crack argentino. Guardiola volvió a casa y se llevó un correctivo, ante tantas bajas, poco pudo combatir, ante un Barcelona letal arriba y en un estado físico IMPRESIONANTE. Llega el tramo final del curso y pasan los partidos y las victorias se suceden una tras otras, con un balance de 23-0 sin encajar gol desde aquel Sevilla-Barcelona. En definitiva, 90 minutos para ilusionarse, para demostrar que el triplete es posible y que con Leo Messi en este estado de forma, todo, absolutamente TODO es posible.

Hecho por: M. David C. Martín ( @MDavidCorrea)

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