7 de junio de 2015

El Barcelona se impuso por tres goles a uno a la Juventus en la final de Champions Leauge disputada en Berlín y consiguiendo de esta forma su segundo triplete, algo que ningún equipo había conseguido antes.



El partido comenzó con la Juventus presionando muy arriba y no dejando circular el balón con facilidad, y eso provocó algunos errores en las entregas y dieron el primer susto con un disparo lejano de Tévez y un córner, que con Pirlo de ejecutor siempre son peligrosos.
Pero el nivel de juego de este Barcelona está a otro nivel y eso quedó demostrado en la jugada del primer gol. A los tres minutos, Messi cruzó un balón para Jordi Alba que, sin dejarla caer, se la entregó a Neymar, que caracoleó hasta que Iniesta se coló entre los defensas italianos y le entregó el balón a Rakitic, que sólo tuvo que empujarla al fondo de la red.



Tras el gol se iniciaron unos minutos de acoso y derribo por parte del Barcelona hacia la meta defendida por Buffon, que consiguió mantener con vida a su equipo gracias a sus intervenciones. Los blaugranas movían la pelota de un lado a otro y los italianos no hacían más que perseguirla dado el enorme grado de precisión que empleaban los rivales. Pero un equipo italiano nunca muere sin dar guerra y supo aguantar esos minutos bajo presión y consiguió dar algún susto con Morata cómo protagonista.



Pudo poner el segundo el Barcelona en varias ocasiones, pero quizás la más clara la tuvo Luis Suárez al inicio del segundo tiempo con un disparo seco que detuvo Buffon trayendo la calma a sus tifosi. Y tras tanto aguantar le llegó el premio a los bianconeri por medio de Morata, que recogió el rechace de una bonita jugada que dio comienzo con un taconazo de Marchisio sobre Lichsteiner y el suizo centró raso para un Tévez que golpeó a la media vuelta. Y para recoger el rechace ahí estaba el español, con la caña preparada calcando el gol que logró en el Juventus Stadium frente al Real Madrid.



Tal y como ocurrió en la primera mitad, tras el gol llegó el dominio del equipo que lo lograba y los españoles pasaron un mal rato despejando los centros cómo podían y con los nervios a flor de piel para los aficionados. Pero ahí estaba Messi, que siempre aparece en las grandes citas participando en los tantos de su equipo, y esta vez no iba a ser menos. Dio comienzo la jugada del primer gol y de un rechace a un disparo suyo iba a llegar el segundo. El argentino rompió a Barzagli y disparó raso en su clásica jugada, Buffon despejó, pero llegó Suárez para recoger el esférico y poner a los catalanes por delante.



De nuevo, el Barcelona tras el gol la tuvo de todos los colores para sentenciar el encuentro. No llegó Messi a un remate tras resbalarse, Piqué falló, Xavi no llegó a un balón de Suárez y algunas ocasiones más que pusieron los nervios de los aficionados al borde del infarto.
El rival no se iba a rendir y en algunas ocasiones generadas por Llorente, que entró por Morata, consiguieron que los demás se dieran cuenta que el partido no había terminado. Pero no lograron el tanto del empate y se volcaban cada vez más en la meta rival, y tras una contra se liquidó el partido.



En la lanza de ataque del Barcelona tienen tres cuchillos, el primer cuchillo argentino comenzó la jugada del primer gol y de su disparo salió el segundo, el segundo cuchillo uruguayo materializó el segundo tanto y el tercer cuchillo brasileño no se iba a ir sin hacer sangre. El ex del Santos finalizó una contra comandada por Pedro y el partidó murió en esa celebración. 


Un equipo que ha ido de menos a más esta temporada y que pone un broche de oro a la trayectoria del emblema de su estilo de juego, el cerebro del centro del campo y uno de los mejores centrocampistas, sino el mejor, Xavi Hernández. Los culés pueden dar gracias infinitas a las personas que decidieron traerse de Argentina a ese chico de baja estatura pero de regate estratosférico llamado Lionel Messi, porque el ganador de cuatro balones de oro es un jugador irrepetible, pero no es el único jugador irrepetible de esta asombrosa plantilla. Xavi, Iniesta, el retirado Puyol o Busquets son jugadores que salen raras veces en generaciones distintas y este equipo ha tenido la fortuna de tenerlos a todos en el mismo tiempo en una misma plantilla. 



Una generación de oro que vuelve a teñir de platino otra temporada con un triplete, y quién sabe que pasará el año próximo. Como dicen algunos entendidos, será lo que Messi quiera.

Escrito por: @Jorge_MV_

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