Quinto
partido consecutivo del Athletic Club de Bilbao, que se opusieron al Espanyol
por tres goles a uno, por mediación de Aduriz, el chaval Viguera, un trallazo
de Iturraspe, y ya en el noventa Víctor Sánchez empujaba el gol del honor.
San
Mamés ponía a prueba el genial estado de forma del equipo vasco, estos
comenzaron algo espesos, con varias imprecisiones. La pizarra de Valverde
volvería a funcionar, primero con un balón al primer palo que Víctor Sánchez
casi se mete en propia, y ya en el 29, el pichichi de siempre, Aritz Aduriz
cabeceaba una gran jugada de estrategia, ayudado por el toque de Stuani que
despistaba a Kiko Casilla.
Respondía
el Espanyol, una llegada de Lucas Vázquez por banda derecha con un tiro raso y
flojo fácil para Gorka, y en la jugada siguiente se reclamaría un penalti de
Kiko a Aduriz, que se vio perfectamente con el portero visitante arrolla al
goleador.
No
cedería el Athletic, y en un contrataque magnífico llevado por Aduriz, asistía
a Borja Viguera, para que cruzara ante Casilla, que sólo pudo hacer la estatua.
Con este resultado de dos cero se llegaba al descanso.
Tras
él, el Espanyol intentó presionar arriba, pero estaba sin ideas, el Athletic
llegaba con suma facilidad, viendo como seguía su genial estado de forma, después
incluso del parón de selecciones, cosa que no vio el Espanyol, que sufrió una
derrota después del punto salvado ante el Villarreal.
Intentaba
cambiar algo Sergio González, entraron Salva Sevilla y Caicedo, y los catalanes
mejoraron algo su versión, pero la alegría les duró lo justo. Una contra del
Athletic llevada por Iturraspe que apuró todo lo que pudo y en cuanto lo vio
claro soltó un zapatazo que entró besando el palo.
La
fiesta en San Mamés no se apagó incluso con el gol de Víctor, tras una gran
jugada de Salva Sevilla, y el equipo local consiguió otros tres puntos más, que
le sitúan ya noveno, después de estar en descenso.