3 de diciembre de 2014

No estará contento ni de lejos Valverde con lo visto hoy, un equipo que tanto está creciendo, una racha de seis partidos sin perder, y hoy pudo salir goleado de Alcoy. El equipo local fue superior en prácticamente todas las facetas del juego pero no pudo sentenciar el choque tras el uno cero.

Por parte de los locales, Ferrón abrió al marcador a la media hora de partido y Viguera en el noventa empataba. Eliminatoria que se decidirá en San Mamés.

Comenzaba el partido con el Athletic metido en campo rival, llegaba por bandas pero no conseguía entrar del todo, Guirpegui tuvo una en un córner y Aurtenetxe botó una falta que salió rozando el travesaño creando un sonoro “uuuuuy” en la grada.

Pero en la primera posesión larga del Alcoyano, un remate de Ramos que Ferrón desvió casi sin querer despitando a Herrerín y haciendo saltar las alarmas en Lezama. Se echó encima nada más seguir rodando el balón el Athletic, Susaeta tuvo el empate pero De Dios salvó en el área pequeña.
Y a partir de ahí, el Athletic desapareció. Tenían posesión pero no fluidez a la que ya se iban acostumbrando los aficionados, mientras que el Alcoyano se estiraba y creaba peligro a la contra. Descanso en Alcoy, saltaba la sorpresa, pero todavía quedaba mucho partido por delante.

Ya avisó Alfao en el 51 fallando un cabezazo franco, y seguían los contratiempos para Valverde, se lesionó Gurpegui dando minutos al joven Bustinza. Mientras, el Athletic seguía tocando pero sin respuesta arriba. Y el Alcoyano seguía a lo suyo, no sufría en defensa y salían con ganas a la contra.

Tendría ya la puntita el equipo local, Ferrón sacaba un zurdazo muy peligroso que repelía la madera de Herrerín, se salvaba el Athletic por los pelos. Pero por fin encontró algo de lo que le gusta presumir, un centro de Beñat a la espalda de la defensa que Ibai empalma con dureza y que Zabal está a punto de meterse.

Volvieron los minutos basura, el Alcoyano volvía asustar, Perona manda al muñeco otro remate en el área pequeña y despeja Herrerín con el pecho, Valverde suspiraba. Pero por fin llegaría la alegría, y llegaba de la manera menos tradicional.

Viguera se encuentra una bola en la frontal, caracolea, se la pone a la izquiera y fusila a Zabal, demasiado valioso ese gol para lo que debería a ver pasado. Aun así, cuando el Alcoyano ya se dirigía a su vestuario, un córner botado por Beñat, se quedaba muerta bajo palos, y tendría que ser Salvador, haciendo honor a su nombre, quien sacaba la pelota lejos, y salvaba el empate en Alcoy.

El equipo de Óscar Cano perdonó una tras otra, y es ley en el fútbol que cuando perdonas, el rival no perdona. Punto de oro para los de Valverde, que no salieron nada contentos de su visita a Alcoy. 


Escrito por: @carlos2gogo

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