No
estará contento ni de lejos Valverde con lo visto hoy, un equipo que tanto está
creciendo, una racha de seis partidos sin perder, y hoy pudo salir goleado de
Alcoy. El equipo local fue superior en prácticamente todas las facetas del
juego pero no pudo sentenciar el choque tras el uno cero.
Por
parte de los locales, Ferrón abrió al marcador a la media hora de partido y Viguera
en el noventa empataba. Eliminatoria que se decidirá en San Mamés.
Comenzaba
el partido con el Athletic metido en campo rival, llegaba por bandas pero no
conseguía entrar del todo, Guirpegui tuvo una en un córner y Aurtenetxe botó
una falta que salió rozando el travesaño creando un sonoro “uuuuuy” en la
grada.
Pero en
la primera posesión larga del Alcoyano, un remate de Ramos que Ferrón desvió
casi sin querer despitando a Herrerín y haciendo saltar las alarmas en Lezama.
Se echó encima nada más seguir rodando el balón el Athletic, Susaeta tuvo el
empate pero De Dios salvó en el área pequeña.
Y a
partir de ahí, el Athletic desapareció. Tenían posesión pero no fluidez a la
que ya se iban acostumbrando los aficionados, mientras que el Alcoyano se
estiraba y creaba peligro a la contra. Descanso en Alcoy, saltaba la sorpresa,
pero todavía quedaba mucho partido por delante.
Ya
avisó Alfao en el 51 fallando un cabezazo franco, y seguían los contratiempos
para Valverde, se lesionó Gurpegui dando minutos al joven Bustinza. Mientras,
el Athletic seguía tocando pero sin respuesta arriba. Y el Alcoyano seguía a lo
suyo, no sufría en defensa y salían con ganas a la contra.
Tendría
ya la puntita el equipo local, Ferrón sacaba un zurdazo muy peligroso que
repelía la madera de Herrerín, se salvaba el Athletic por los pelos. Pero por
fin encontró algo de lo que le gusta presumir, un centro de Beñat a la espalda
de la defensa que Ibai empalma con dureza y que Zabal está a punto de meterse.
Volvieron
los minutos basura, el Alcoyano volvía asustar, Perona manda al muñeco otro
remate en el área pequeña y despeja Herrerín con el pecho, Valverde suspiraba.
Pero por fin llegaría la alegría, y llegaba de la manera menos tradicional.
Viguera
se encuentra una bola en la frontal, caracolea, se la pone a la izquiera y
fusila a Zabal, demasiado valioso ese gol para lo que debería a ver pasado. Aun
así, cuando el Alcoyano ya se dirigía a su vestuario, un córner botado por Beñat,
se quedaba muerta bajo palos, y tendría que ser Salvador, haciendo honor a su
nombre, quien sacaba la pelota lejos, y salvaba el empate en Alcoy.
El
equipo de Óscar Cano perdonó una tras otra, y es ley en el fútbol que cuando
perdonas, el rival no perdona. Punto de oro para los de Valverde, que no
salieron nada contentos de su visita a Alcoy.
Escrito por: @carlos2gogo