11 de enero de 2015

Un tanto del chileno, que antes falló un penalti, acaba con la racha de los de Nuno y termina con 727 minutos sin ver puerta. Los gallegos merecieron algo más.




El Valencia de Nuno ponía a prueba la grave crisis de resultados del Celta tras encadenar siete jornadas sin ganar, las seis últimas con derrota, y la siete sin hacer un solo tanto. Dos caras opuestas de la moneda se medían en Baláidos. Contra todo pronóstico el Celta comenzó el partido mejor asentado, con posesiones largas de balón que impedían a los de Nuno llevar la iniciativa y sentirse cómodos. La sensaciones era buenas por parte de los de Berizzo que sin embargo volvieron a demostrar sus problemas con el gol en una clarísima ocasión de Orellana que remató muy centrado y permitió a Diego Alves evitar el tanto. Perdonaba el Celta a un Valencia desdibujado. 


Poco a poco el Valencia comenzó a recuperar las buenas sensaciones y las fuerzas se igualaron. En esas llegó la primera ocasión peligrosa de los che tras un cabezazo ajustado de Alcácer ante el que respondió de forma espléndida Sergio Álvarez para desviar el esférico. El partido estaba muy igualado cuando Otamendi llegó tarde a un balón y acabó cometiendo penalti sobre Charles. El Celta parecía que acabaría con su maldición de cara a puerta pero bajo palos estaba el 'parapenaltis' Diego Alves que adivinó el lanzamiento de Orellana para desesperación de la afición Celtiña.



El chileno volvía a perdonar la vida a los de Nuno y alargaba un poco más la mala racha de cara a puerta. El Valencia estaba jugando con fuego y seguía vivo gracias a la actuación del Diego Alves. El dominio era mayor por parte de los gallegos pero las ocasiones no terminaban de producirse por ningún lado. El 0-0 parecía el resultado más justo antes del descanso pero entonces Rodrigo tiró una diagonal desde la derecha hacia el centro y sacó un zurdazo muy centrado que se coló por debajo de los brazos de Sergio Álvarez. El Celta daba vida al Valencia con sus errores.


Tras el descanso Berizzo dio entraba a Nolito para voltear la situación y evitar que su equipo igualará la peor racha de partidos sin marcar en la historia de la Liga (ocho, cosechadas por el CE Sabadell). Los gallegos manejaban la posesión del balón pero eran incapaces de poner en aprietos a Diego Alves. El juego de los de Berizzo es muy previsible y no consigue causar ningún efecto sorpresa en el rival. El Valencia sentía muy cómodo en esa tesitura con las líneas muy juntas y bien replegado atrás.


Cuando todo hacía indicar que el Celta sumaría una nueva derrota y una nueva jornada sin ver puerta un córner botado desde la esquina por Krohn-Dehli y peinado en el primer palo lo voleaba a la red con la zurda Orellana para poner fin a más de siete partido y medio sin un gol celtiña y de paso redimirse tras el penalti fallado. Con el empate en el luminoso el Celta se quitó un peso de encima y comenzó a creer en su posibilidades. Los gallegos llegaron más fuertes al tramo final y pudieron llevarse la victoria en la ocasión más clara del tramo final. Nolito centró desde la izquierda, Orellana la puso y Charles no llegó al balón por centímetros. El 1-1 final no sirve de mucho a ninguno pero sirve a los de Berizzo para recuperar algo de moral. El Valencia ve frenada su racha de tres victorias consecutivas.


Alberto Martínez. @SiempreRamosSi




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