22 de febrero de 2015


El Barcelona ha visto truncada su maravilllosa racha de resultados (11 victorias consecutivas) con una derrota tan sorprendente como inesperada ante el Málaga en el Camp Nou, que le aleja de la posibilidad de alzarse con el liderato de la liga y que vuelve a dejar malas sensaciones en el seno culé. En el bando andaluz, inmaculado partido del equipo de Javi Gracia, que aprovechó un error de Alves y un partido excelente en defensa para asaltar el feudo del conjunto azulgrana. 

                                      El Málaga asalta el Camp Nou y deja tocado al Barça.


Después de once victorias consecutivas, de sendas goleadas ante Athletic de Bilbao, Levante, Deportivo de la Coruña, etc, el Barcelona de Luis Enrique vuelve a saborear el amargo sabor de la derrota, y nuevamente como le pasara contra el Celta de Vigo, en casa, y por 0-1. Un partido de aquellos que pueden decidir campeonatos, para bien o para mal, y que vuelve a sembrar dudas en el seno del conjunto catalán. Y es que no pasa nada por perder un partido cuando vienes de una racha inmaculada, pero sí que pasa cuando ofreces una imagen tan pobre y un partido sin ideas en el que, como pasó en la primera vuelta, el conjunto de la Costa del Sol, ha sabido parar y neutralizar cada ataque del conjunto de Luis Enrique.

Se podría pensar que el Barça estaba pensando en el choque del próximo martes en Manchester contra el City, pero viendo el once de Luis Enrique, y las oportunidades que se presentaban en la tarde de ayer para ganar más confianza aún, era difícil confirmar dicho pensamiento. Y no, no se estaba pensando en el City, pues Lucho sacó un once con variaciones tácticas, pero del estilo de las últimas jornadas, pequeños retoques en la zona defensiva, Mathieu por Mascherano, Rafinha por Rakitic y poco más, arriba volvía el tridente tras su ausencia en el partido ante el Levante, Enfrente un Málaga que contaba con las bajas de Amrabat, Camacho y Sergio, pero que afinaba y guardaba toda su confianza y artillería a las acciones de "los Samus" y las acciones ofensivas de Horta y Juanmi, precisamente éste último el autor del solitario gol que campeó en el marcador del Camp Nou. 
Con esas alineaciones, esos planteamientos se veían las caras en el Camp Nou Luis Enrique y Javi Gracia, que fue el primer técnico que pudo parar al Barcelona en la primera vuelta con su empate a 0 en La Rosaleda. Resulta anecdótico pero, en 180 minutos de juego, el Barcelona no ha sido capaz de batir a Carlos Kameni y, me atrevería a decir que, casi ni crearle demasiado peligro. Una proeza a la altura de pocos, y que habla del muy y buen trabajo del técnico en la ciudad malacitana.

Un partido que comenzó como siempre en las últimas semanas. Presión asfixiante del Barcelona, que encerró al Málaga en su área y que provocó varios ataques ofensivos, que la defensa central formada por Marcos Angeleri y Weligton acertaban a sacar sin más apuros. En los laterales, las entradas de Neymar y Messi eran taponadas por Torres y Rosales, ayudados por el inconmensurable trabajo defensivo de Sergi Darder y Recio, que echaban una mano para crear superioridad y neutralizar toda ofensiva local. Y en una de esas ofensivas llegó un corner a favor del conjunto de Lucho, que sacó Neymar y, tras un centro de Rafinha, Luis Suárez cabeceó a la portería, pero bajo palos estaba Kameni, que atajó la pelota. Iniciando un ataque directo del Málaga con un saque potente, buscando la velocidad del solitario punta Juanmi, que aprovechó ( porque creyó en él) el fallo de Dani Alves, que dejó el balón muerto para que el delantero malacitano encarase a Bravo y tras driblar la salida del arquero chileno, batir la portería culé sin apenas obstáculo. Ver para creer. Monólogo azulgrana pero el Málaga por delante. Minuto 8, Restaban 82, nadie podía pensar que la cosa acabaría así.
El Barça, lejos de venirse abajo, continuó imprimiendole el mismo ritmo al encuentro, pero las entradas por banda de Alba, Messi, Neymar, los pases de Iniesta al interior, todo, absolutamente todo, era sacado una y otra vez por el conjunto andaluz, que se limitaba a una entrega total defensiva y a, de vez en cuando, tirar contragolpes para seguir metiendo el miedo en el cuerpo al conjunto azulgrana. Y es que si un equipo se echa atrás y no sale, pues sólo te tienes que preocupar de atacar, pero si a defender bien le añades salidas a la contra con mucho criterio y peligro dirigidas por un Málaga sin complejos, pues la cosa ya no pintaba tan bien. Horta tuvo el 0-2 pero Bravo sacó a córner, antes, Rafinha tuvo el empate, pero su empalme de pelota lo sacó Weligton bajo palos. Otra acometida del Barça eran centros o pases intencionados de Leo Messi ( extrañamente triste en la tarde de hoy ) que buscaban las entradas de Iniesta o las incorporaciones de Neymar, pero siempre aparecía la figura del portero camerunés para sacarlo o su defensa para despejarlo.
Con el paso de los minutos, bajaba la intensidad del Barça, que ya no llegaba tanto, y subía la autoestima del Málaga que sacaba la pelota con mucho criterio desde atrás y que volvió a poner en apuros a Claudio Bravo, sobre todo con acciones de Castillejo y Samuel García, y una nueva ocasión, esta vez de chilena de Ricardo Horta. Se llegaba al final de la primera parte y era el Málaga quién rondaba el área azulgrana. Nada de arroparse atrás. Cuanto más adelante, mejor, Eso lo decía todo.

                                      El gol de Juanmi sirve para 3 "puntazos" al Málaga.

En la segunda parte, el Barcelona volvió a salir con la intención de revertir la situación, volcado desde el minuto 1 pero sin ideas ante el muro malacitano instalado tras los pasos de Carlos Kameni.
Pasaban los minutos y, tras un arreón culé, la lesión de Juanmi y entrada de Juampi, volvió a enfriar al conjunto de Luis Enrique. Excusarse de la derrota en las decisiones arbitrales puede servir de cura, pero no precisamente para un grande de la liga, quien es beneficiado en decisiones primordiales ante la duda. Un grande tiene que demostrar su grandeza en el césped, ante cualquier adversidad y situación que se le imponga y se le presente. Eso no cabe que no destaquemos que hubo varias decisiones de Martínez Munuera que, cuanto menos, son discutibles, sobre todo tres decisiones de su línea, que invalidaba una y otra vez todo ataque azulgrana. Desde este blog no se está diciendo que no acertase, sólo que es entendible el cabreo y discrepancia de los 78000 espectadores que poblaban las gradas del Camp Nou. Una segunda parte marcada por ésto mismo, por un choque con mucha pausa y un cabreo con el árbitro que encendía más si cabe al aficionado del Barça, que veía impotente desde su asiento, como se escapaba el liderato y el pichichi de Leo Messi en su lucha con Cristiano.
Hablando de Messi, que casualidad que si nos damos cuenta, poco lo hemos mencionado durante la crónica, porque el argentino trabajó, intentó echarse el equipo a las espaldas, pero no era su tarde, ni la de Ney, ni la Suárez, ni la de Pedro, que entró por Iniesta a la desesperada, ni la de un Barça que perfectamente podía estar jugando 300 minutos durante el choque, que no conseguiría marcar un sólo gol. Y es que hay días buenos y días malos, Y tras el desastre de Anoeta, estábamos volviendo a acostumbrarnos a vivir de la miel y el azúcar, y ayer el Málaga trajo desde Andalucía un poco de carbón.
Un carbón que sienta mal. por la oportunidad perdida, por la imagen ofrecida, por la desesperación reflejada en el rostro de los jugadores. impotentes ante la MARAVILLOSA labor del Málaga en defensa, sin ideas para derribar un muro infranqueable que superaba con creces una cita en la que no contaban apenas con puntuar y de la que se llevan 3 puntos merecidos por su trabajo y planteamiento. Salió Duda para imprimirle el toque de veteranía y jugar ese otro fútbol que todo entrenador de equipo pequeño saca cuando estás derribando a un coloso. La desesperación y la falta de ideas y acciones desde el banquillo es lo que realmente preocupa tras el partido de esta tarde. Poco que reseñar futbolísticamente, llegadas y llegadas del Barça. desembocadas todas en la misma orilla, las manos de Kameni y la defensa malacitana, y numerosos saques de esquina desaprovechados por un conjunto que en las últimas semanas estaba sacando provecho de estas acciones del juego.

                                     La cara de Messi es el reflejo del Barça en el partido. 

Llegó el final del choque, el final de un partido gris, negro, malo del Barça, que pierde el tren de la liga y ve como el Atlético, una semana antes desahuciado, se le coloca a 3 puntos, y ve como la ventaja de un punto con el Madrid, mañana, si los blancos ganan en Elche, pasa a ser de 4 puntos. En definitiva, una tarde para olvidar y para rezar, única y exclusivamente, de que "esto haya sido un accidente" y no empañe el maravilloso inicio de año del conjunto azulgrana ni les desmotive para la importante cita del próximo martes en el Etihad Stadium, donde les recibirá un City que hoy ha goleado 5-0 al Newcastle.
El Málaga asaltó el Camp Nou y, por juego, por falta de ideas, por el rostro de los futbolistas azulgranas, devolvió fantasmas del pasado al estadio culé. Me quedo con una reflexión única y cierta, como la vida misma. "Si Leo Messi no está feliz, el FC Barcelona no está feliz". No hay más que decir.

Hecho por: M. David C. Martín (@MDavidCorrea)

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