13 de marzo de 2015

En encuentros como los octavos de la Europa League siempre hay dos tónicas que hacen que se decante la balanza para uno de los dos equipos. Pude ser una genialidad o un golpe de suerte, y en el partido que se vivió en San Paolo está claro que fueron tres genialidades del argentino Gonzalo Higuán las que hicieron que el Napoles remontara un marcador adverso ante un Dinamo de Moscú que fue de más a menos en el partido y que observó impotente como el delantero argentino se exhibía con un sublime hat-trick.

El 'pipita', que ya era consciente de que Gerardo Martino le había incluido en la lista de convocados con la Albiceleste, justificó esta elección con una gran actuación justo en el momento en el que el club italiano lo necesitaba. Kevin Kuranyi había hecho saltar todas las alarmas al adelantar al cuadro moscovita. Un gran gol en un saque de esquina, donde el alemán conectó un espléndido remate de cabeza para poner el esférico en el fondo de la portería.

Poco le duraría la alegría al conjunto ruso. Higuaín se encontró en el minuto 25 con un gran centro desde la izquierda para rematar de cabeza en el corazón del área. Un cabezazo potente y sobre todo muy colocado al que nada pudo hacer el portero visitante. Lejos de contentarse con ello, el argentino se encontró a los seis minutos de su primer tanto con un penalti a favor. El 'pipita' asumió responsabilidades y no falló, lanzando la pena máxima por el medio y engañando al guardameta, que se lanzó por la derecha.

Ya en la segunda mitad, el argentino materializaría su hat-trick anotando el gol de la noche, donde controló el balón con el peco en el punto de penalti y se sacó de la chistera un sensacional remate de volea que como destino tendría el gol. Uno de los tantos de la jornada en Europa, sin duda, y que deja el Nápoli a las puertas de los cuartos de final. Eso sí, tendrán que viajar los italianos a Moscú para sentenciar una eliminatoria que todavía el Dínamo puede remontar.

Escrito por: @NehemiasDorta



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