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Aquel partido significó algo más que tres puntos. Por un lado, está el aumento de moral que supone imponerse con contundencia en uno de los estadios con más historia del fútbol mundial y ante el eterno rival, con las consecuencias que eso traería para el resto de la temporada. El cuadro blanco estaba en la obligación de ganar si quería mantener viva su esperanza de ganar el campeonato liguero, y al término de los 90 minutos la Liga quedaría prácticamente sentenciada.
Lo que ya pocos recuerdan es que esta histórica victoria también trajo consigo aires de venganza y redención por parte del cuadro catalán. En aquel mismo estadio en el año anterior, los azulgranas tuvieron que hacer el famoso pasillo a los merengues, que ya se habían proclamado campeones matemáticos del título. También cabe destacar el resultado del encuentro, un contundente 4-1 a favor de los madrileños. De esta manera, la goleada un año después también trajo consigo esa venganza de los culés.
Cabe resaltar asimismo la mezcla de veteranía, presente y futuro que propuso Guardiola. Jugadores experimentados como Xavi Hernández, Thierry Henry, Samuel Eto´o o Carles Puyol, pero también futbolistas del presente, como Andrés Iniesta, Victor Valdés o Dani Alves, para luego añadir el futuro de los jugadores de la quinta del 87, con Leo Messi, Gerard Piqué y Sergio Busquets a la cabeza.
En lo estrictamente deportivo, golpearía primero el conjunto local, donde Sergio Ramos (que por aquel entonces asumía el rol de lateral) se inventó una gran jugada por la derecha y puso un buen centro que cabecearía magistralmente Higuaín, poniendo el primero del encuentro. Sin embargo, en menos de cinco minutos, a Henry le bastó simple desmarque para escaparse de la marca de Ramos y batir a Casillas con un gran disparo cruzado.
Con el empate en el marcador, apareció la conexión la conexión Xavi-Puyol. Tal y como harían posteriormente en el Mundial, el eterno capitán blaugrana se aprovecharía de la estrategia y de un fenomenal pase de Xavi para saltar hacia el cielo del Bernabeu y poner el 1-2. Lejos de contentarse con este marcador favorable, el Barça fue a por más, y antes del descanso aparecería de la figura de Leo Messi. El astro argentino se aprovecharía de un robo de Xavi para coger el balón y en el mano a mano con Casillas sentenciar prácticamente el choque.
Ya en la segunda mitad, Sergio Ramos volvería a meter a los suyos en el partido aprovechándose de un fenomenal saca de falta de Robben para rematar de cabeza prácticamente solo y recortar distancias en el marcador. Sin embargo, escasos minutos después, los numerosos espacios que dejaban los merengues atrás y un nuevo pase de Xavi desembocó en el segundo tanto de Henry y el cuarto para los blaugranas.
Con el partido visto para sentencia, Xavi daría otra asistencia de lujo a Messi en una espectacular jugada colectiva que remataría el argentino amagando a Casillas y batiéndole por el primer palo. Un increíble tanto al que Bernabeu contestó con aplausos. La goleada era más que evidente y se confirmó con el sexto de Piqué. La confianza da salto a que se hagan cosas que normalmente nunca se harían y el central se animó a subir en un jugada aislada para rematar dos veces ante Casillas. El primer tiro lo paró el de Móstoles, pero el catalán cogería el rechace para completar la goleada.
Goleada en el Bernabeu que desembocaría en el título de Liga y en el posterior sextete. El primer paso hacia el mejor año en la historia del Barcelona se dio en el Bernabeu con un marcador nunca antes visto en la historia de los clásicos, un inaudito 2-6.
Por: @NehemiasDorta
