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El Barcelona se aupó al primer puesto de la tabla clasificatoria de la liga BBVA, con una goleada por 6-1 ante el Rayo Vallecano de Paco Jémez, que fue un mero espectador en la fiesta azulgrana para volver a hacerse con el mando de la liga varias semanas después. Leo Messi ya ha igualado a Cristiano en el pichichi de la liga con otro hat trick en un partido que tampoco hizo gran cosa. Luis Suárez sigue entonado y también hizo un doblete, para el Rayo marcó Bueno de penalti.
Tras el pinchazo del sábado por la tarde del Real Madrid en San Mamés y con el partidazo que protagonizarían por la noche en el Calderón sus dos respectivos perseguidores, Atlético de Madrid y Valencia, se antojaba crucial e importante ganar en la mañana de ayer. Para alzarse al liderato de la liga y, de paso, volver a espantar algunos fantasmas que se colasen en el Camp Nou, después del último resultado en casa (derrota contra el Málaga 0-1) y sobre todo por las sensaciones demostradas aquel día. Pero, tras la clasificación para la final de la copa, el Barcelona de Luis Enrique no dudó en no fallar en el día de hoy y regalar a su público, que acudió en demasía al estadio culé, una victoria con una goleada, con un espectáculo para recuperar un liderato que hace varias semanas pertenecía al cuadro de Ancelotti.
Y para esa recuperación de liderato y sensaciones, Lucho tiró de su equipo de gala con los retoques de todas las semanas, pero siempre con el mismo esquema y modelo. Con Claudio Bravo bajo palos, Alves que volvía al once, Piqué, Mathieu y Alba en defensa. Con Mascherano como pivote defensivo, que va tener que cubrir la baja de Busquets ( ya veremos por cuanto tiempo), acompañado por la pareja que hizo a España ser el rey mundial, Xavi y Andrés Iniesta, que casualmente, nunca habían coincidido en ningún once de Lucho actuando de local, y un trío arriba esta vez formado por Pedro, en sustitución del sancionado Neymar y Leo Messi junto a Luis Suárez. Serían estos dos últimos los más destacados del choque ante los madrileños.
Un Rayo Vallecano que es una bendición para el espectador presenciarlo en un terreno de juego, porque no sabe jugar a otra cosa que no sea atacar con la portería entre ceja y ceja. Y con esa mentalidad se plantan los hombres de Jémez en el campo que sea, llámese Mestalla, Martínez Valero o el propio Calderón o Camp Nou. Y con ese ímpetu sacó un once reforzado para atacar y poner en apuros al conjunto catalán. algo que no pudo producirse. Cristian formaba bajo palos, Tito, Amaya, Ba, e Insúa en defensa, con Jozzabed y Trashorras en el medio, con Kakuta y Liça en las bandas y Bueno y Baptistao en la punta de ataque. Un once valiente, ofensivo, sin carencias atrás para intentar un asalto en un estadio que, por presupuesto, se antoja harto complicado. Pero se agradece la propuesta y luego el plasmarlo en el césped. Porque dice el dicho que "se juega como se entrena".
El partido comenzó con un gol tempranero, una vez más del Barcelona, que salía decidido a conseguir los 3 puntos y colocarse en la primera posición de la tabla. Un saque de banda a favor del conjunto madrileño que acaba en dominios de Xavi, que trazó el compás, para dejar sólo en el mano a mano a Luis Suárez, que repito, "se parece día a día más al del Liverpool" y éste, en el mano a mano con un toque sutil y con el exterior de la bota, superó la salida de Cristian. 1-0, 5 minutos y el Barcelona ya era el líder de la liga. Pero la cosa no quedó ahí, y con los espacios que dejaba el Rayo atrás, se sucedían las contras del equipo de Luis Enrique, que observaba desde la banda el buen despliegue de su equipo a unas horas del día que no está acostumbrado a jugar, y es que sólo jugó a las 12 en el Camp Nou hace 2 años, contra el Getafe y, curiosamente, también quedó el partido 6-1.
Pero el Rayo se caracteriza por no amedrantarse ante ningún temor de ningún equipo, y llegó a intimidar a Bravo, con disparos de Trashorras y Jozzabed, pero el arquero chileno se mostró seguro bajo palos. Poco más se vio en la primera parte, que a raíz que pasaban los minutos, el partido decaía en peso e intensidad. Leo Messi como podrán ver no se le ha mencionado, pero ya habrá tiempo de mencionarlo en la segunda mitad.
La segunda parte dejó paso al buen fútbol y a los goles, hasta 6 se vieron en los segundos 45 minutos que quedaban por disputarse. Y se avecinaba una reacción a toda pastilla del mejor jugador del mundo, que no hizo su mejor partido, que le costó trabajo entrar en el choque, pero que, sin hacer nada, se llevó un nuevo esférico a su casa, otro hat trick más.
Pero antes de los goles y del recital de Messi, llegó un córner para el Barcelona que acabó con un remate de Alves al palo, y el rechazo a gol del central del momento del Barça. Gerard Piqué, que ya lleva 4 goles en liga, en lo que está siendo su mejor campaña como azulgrana en lo anotador.
Con el 2-0, el Barcelona no levantó el pie del acelerador y Luis Suárez tiró del carro para seguir haciendo sangre al conjunto vallecano, Él mismo provocó el penalti que abriría la cuenta goleadora de Leo Messi. Un penalti que tuvo que repetir y que había fallado, o se lo había detenido Cristian, en su primer intento de lanzamiento. A la segunda fue dentro, el árbitro le regaló una vida extra al argentino que Lionel no desaprovechó. 3-0, partido sentenciado y liderato amarrado.
Con el liderato amarrado, Leo abrió paso a su particular fiesta goleadora, y aunque el cuarto no sea de una obra de arte, a la que él nos tiene acostumbrados, también empujar el balón a las mayas cuenta para su particular duelo con Cristiano. Suárez remató, Cristian paró y Leo empujó a la red. Tres pasos, tres acciones, pim pam pum, dentro, 4-0 y 29 goles en la liga. Pero como un penalti y tener que empujar el balón a la red no es repertorio para el mejor futbolista del planeta tierra, llegó el gol de la obra de arte, llegó la maravilla de la jornada que tenía escondida en su bendita bota izquierda.
Un balón que pasó Iniesta dentro del área que Leo con un amague se quita del medio al defensa, y con otro deja sentado a Cristian para batir la portería del Rayo y hacer la manita. 5-0 y hat trick del argentino. Pocos días más felices se podían imaginar en el Camp Nou.
Viendo el rendimiento de uno y otro, hay que destacar un bajón físico y anímico en el portugués y un subidón de agrenalina en el argentino, que hace, que ni cuando juegue bien, marque, y de 3 en 3. Puro espectaculo y aparición del extraterrestre en la mañana de ayer.
De ahí al final. sólo quedó por ver el gol de Suárez, que cerró una goleada que devuelve al Barcelona al liderato de la liga, que deja unas sensaciones positivas en el seno catalán, que viendo como está el conjunto de Ancelotti hace blindar a los azulgrana que la liga vuelve a coger tono culé. Eso, unido al empate en el Calderón de Atlético y Valencia, deja el liderato a 7 puntos de los colchoneros y a 2 del Madrid, cuando hace unas semanas con la derrota ante el Málaga, parecía la apocalipsis una vez más para el Barcelona.
Estamos viviendo una liga que es una montaña rusa, que el que está arriba se cae y luego se vuelve a levantar, que los equipos pinchan cuando menos te lo esperas, y todavía quedan muchos capítulos por escribirse.
Hecho por: M. David C. Martín (@MDavidCorrea)
