6 de abril de 2015


El Barcelona de Luis Enrique ha conseguido una fundamental victoria en su visita a Balaídos, con otro gol importante de Jeremy Mathieu, en una nueva jugada a balón parado, que deja a los de Luis Enrique a 4 puntos del Real Madrid. El Celta jugó muy bien, tuvo contra las cuerdas a los azulgranas, pero le faltó asestar el golpe definitivo a un partido que pudo ganar pero acabó derrotado. 

                                        Victoria agónica del líder que amarra el liderato.

10 finales por delante quedaban cuando volvía la liga tras el parón por las selecciones, un suceso que al equipo de Luis Enrique no le sienta nada bien. Pues, tras el parón navideño ocurrió el desastre de Anoeta, y hoy, en Balaídos, se vislumbraba un nuevo frenazo en seco en la carrera por el título de liga del conjunto azulgrana. Ya quedan 9, 9 partidos donde el Barcelona sigue con ese colchón de 4 puntos sobre el Real Madrid, que ya se ha convertido en el único rival posible que le pueda arrebatar el título, puesto que el Valencia de Nuno se ha dejado dos puntos en el derbi de la Comunitat Valenciana ante el Villarreal. El Madrid no es que no falláse, sino que ha humillado, burreado, pisoteado y aniquilado a su rival en el Bernabeu con un histórico 9-1, con 5 goles del ahora nuevamente pichichi Cristiano Ronaldo, para meter toda la presión del mundo a un Barcelona que tenía que responder al acecho de su máximo rival por la coronación de campeón de liga. La alta presión que sentía el Barça, el parón tras las selecciones, la incógnita del estado físico de su estrella, Balaídos, un ambiente hostil, todo parecía propicio para que los hombres de Luis Enrique volvieran a invocar fantasmas del pasado. 

Afortunadamente, para los intereses azulgranas, no pasó nada de eso, se llevó a cabo un partido intenso, de alto ritmo, en ambas áreas, con continuas llegadas a ambos marcos, y sobre todo, con la estrategia como bandera principal y recurso a relucir por el conjunto culé, que si el día del Madrid iniciaba la victoria, hoy le da 3 puntos, quien sabe, vitales para la conquista del campeonato




Un gol de Mathieu en una falta sacada por Xavi pasado el ecuador de la segunda parte, da una victoria justa, aunque sufrida, ante un Celta que tuvo contra las cuerdas al conjunto azulgrana en la primera parte, pero que perdonó en demasía, y, como suele pasar contra los grandes, acabó pagándolo. 

Ambos entrenadores sacaron el once de gala que las lesiones y las lesiones le permitían, quizás en el Barcelona se echó de menos la presencia en el once titular del croata Ivan Rakitic. al que Lucho dio descanso tras los dos partidos con Croacia, y puso en su lugar al brasileño Rafinha, que, junto con el técnico asturiano, volvía a la que fue su casa durante la temporada pasada, y donde desplegó un fútbol que en Vigo añoran. Pero, no añoran tanto esa esencia porque Eduardo Toto Berizzo presentó un nuevo once de garantías con la intención de ser el único equipo que le gana al Barcelona tanto en la ida, como en la vuelta. Recuerden que el Celta conquistó el Camp Nou (0-1) en aquel partido con el gol de Larrivey que revolucionaba la liga. 



Pues con ese once formado por Sergio Álvarez bajo palos, defensa de 4 con Hugo Malla en la derecha, Jonny en la izquierda, y la pareja central formada por Cabral y Andreu Fontás. En el medio, un tribote formado por el danés Michael Krohn Dheli, Augusto Fernández y el chileno Pablo "Tucu" Hernández escoltando un ataque formado por tres diablos celestes, como son Orellana. Nolito y Larrivey. Un once de garantías y con una firme propuesta de presionar y demostrar a su público que era posible doblegar al líder de la liga. Un líder que formó con Bravo bajo palos, Alves, Piqué ( que está en un momento de forma espectacular) Mathieu, y Adriano en la banda izquierda ante la baja por lesión de Jordi Alba. En el medio, Busquets regresaba a un once del Barcelona, ante la baja por sanción de Mascherano, acompañado por Iniesta y Rafinha, dejando la posición de arriba, como siempre, a Leo Messi, Neymar y Luis Suárez.  Buenos equipos, buenos técnicos, buenas propuestas, buen césped, imposible entonces que saliera un mal partido, dirigidos por la actuación arbitral del vasco Vicandi Garrido. 

Los primeros minutos del partido dejó un dominio alterno, en los que tanto el Celta como el Barcelona tenían el ímpetu de llegar a la portería contraria. Primero un disparo de Nolito que Bravo tuvo que sacar a corner en una buena actuación del portero chileno. Respondió Leo Messi en una jugada personal que dejó atrás a los rivales y disparando contra el arco de Sergio, que también se lució para evitar el gol del argentino, que demostraba que había dejado atrás los problemas físicos en su pie y que estaba en buenas condiciones para conducir y brillar en el juego culé. A partir del cuarto de hora de partido, el dominio del Barcelona se esfumaba, ya no contaba con la posesión y sus ataques por la banda izquierda ( formada por Adriano y Neymar ) eran estériles, ya que ni el brasileño es Jordi Alba ni Neymar está en el estado de forma que estaba antes desde que abandonó el club para irse al cumpleaños de su hermana. No marca en liga desde el 15 de Febrero contra el Levante. Ya ha llovido desde entonces. Todo el ataque era por la derecha y el Celta, con la presión asfixiante de su medio campo, y las contras conducidas por Orellana y Nolito, y los remates en la posición de delantero del argentino Larrivey, tenían en vilo a la defensa y a los centrales, que se tenían que emplear a fondo para evitar males mayores.

El juego persistente del Celta continuaba con el dominio de la pelota, llegando hasta línea de tres cuartos pero faltándole siempre la última decisión para acabar el ataque. Nolito, Krohn Dheli y Augusto, junto con el chileno Orellana tiraban del carro gallego, que siempre aceleraba pero se quedaba a medias ante la muralla del conjunto culé. El Barcelona pedía la hora, con un centro del campo perdido, Rafinha no conseguía enlazar con el ataque e Iniesta sólo no podía con el trabajo, Ataques esporádicos del conjunto de Luis Enrique, dirigidos por Messi en plan asistente, pero que morían cuando entraban en las orillas de la defensa celeste. Numerosos centros al área del Barcelona que Gerard Piqué despejaba una y otra vez, ayudado por el trabajo defensivo de Busquets. En una de esas contras ofensivas del conjunto de Berizzo, acabó en un mano a mano de Nolito franco delante de Claudio Bravo, en el que el portero chileno se la jugó con su salida y evitó que el gaditano pusiera por delante al conjunto local. Se reclamó de forma behemente el penalti, pero la repetición dejó claro que el arquero del Barça tocó en todo momento balón aunque luego derribase al atacante gallego. No puede evitar la salida Bravo y arrolla a Nolito en el forcejeo de la jugada. 




El equipo de Luis Enrique necesitaba el descanso y el Celta recogía todos los rechazos del conjunto visitante para no frenar el ritmo de una primera parte que no querían que llegase a su final. Para fortuna del líder se acabaron los primeros 45 minutos, y con suerte, con empate a 0, pues el Celta tuvo más la posesión, con más peligro, y mereció más en la primera parte de un partido que si el Barcelona quería sacar adelante tenía mucho que cambiar de cara al segundo tiempo. 

                                     Junto a Nolito, Orellana fue uno de los más destacados.

La segunda parte comenzó sin cambios, aunque poco tardarían ambos entrenadores en mover sus respectivos banquillos de cara a mover un poco el partido y buscar la victoria. Primero lo hizo Luis Enrique, que haría un cambio clave para el desarrollo de la última fase del encuentro, dando entrada a Xavi Hernández, quien sabe el año que viene si se va, qué pasará en los partidos que se necesite de su calidad y templanza. Lucho sentó a Rafinha que salió de la que fue su casa la pasada campaña entre pitos y aplausos. Con la entrada de Xavi, el Celta también tiró de cambios, más que nada porque el bajón físico de los primeros minutos a los que el conjunto celeste había sometido al Barça, comenzaba a pasarles factura. Krohn Dheli, una vez sabido su fichaje por el Sevilla la próxima campaña, salió entre aplausos después de haberlo dado todo en el césped, dando entrada al chileno Radoja. Con el chileno en el medio, el Celta ganaba en fuerza y consistencia defensiva ante el aluvión que se le avecinaba. pues pasaban los minutos y el Barcelona no encontraba la manera de desatascar la portería defendida por Sergio Álvarez. También tuvo lugar la polémica en la segunda parte, cuando Adriano, en una contra del Barcelona, dejó sólo a Neymar que remató al fondo de la red, pero Vicandi anuló la jugada, por una supuesta posición antireglamentaria del carioca, digo supuesta porque una vez vistos los vídeos de la repetición, se ve como Neymar arranca en posición legal, puesto que el gol debió haber subido al marcador en el primer cuarto de hora de la segunda parte. 




Lucho empezaba a ponerse nervioso, pues las contras del Celta y la inquietud de los ataques de su propio equipo, que seguían estrellándose una y otra vez contra el muro gallego, no dejaban tranquilo al técnico asturiano. 

Pero, nuevamente, como el día del Madrid, para abrir el marcador, apareció la llamada "pizarra de Unzué" por la que Lucho fue preguntado durante esta semana en rueda de prensa, y él respondía que por fin sus jugadores creían en la posibilidad de sacar petróleo en las jugadas a balón parado. Y es que, cuando los partidos se te ponen como el de esta noche en Balaídos. la mejor manera, y única podríamos decir, de sacarlo adelante, es a base de la pizarra ensayada durante la semana en los entrenamientos. Una falta provocada por Luis Suárez en el franco izquierdo del ataque del Barça, derecho según defiende el conjunto gallego, fue botada por Xavi Hernández con ese guante que tiene en la pierna derecha, al segundo palo, donde apareció majestuoso, imponente, y libre de marca, Jeremy Mathieu, que de un testarazo limpio y seco, besando el larguero, se coló en la portería celeste e inauguró el marcador de Balaídos. 0-1 y la euforia más clara era la reacción de Piqué en la celebración del gol, que soltó toda la rabia y toda la presión que los hombres de Luis Enrique llevaban aguantando todo el partido. Otra vez a balón parado, un equipo con Suárez. Messi, Neymar, Iniesta y compañía tiene que tirar de la estrategia para sacar partidos adelante, Pero, así se ganan las ligas, ganando cuando juegas mal, y en campos donde tu rival es mejor que tú. El segundo gol de Mathieu, que ya abrió el marcador, en otra falta botada por Messi, en el clásico. Los goles y la actuación defensiva del francés en esta fase de la temporada se están antojando DECISIVOS.

                                      El cabezazo del francés da 3 puntos vitales al Barça.

Del gol culé en adelante, poco más que contar, pues el Barcelona no iba a permitir que se le escapase la renta que tanto le había costado conseguir y para ellos Luis Enrique quitó a Suárez para dar entrada a Pedro y quitó a Iniesta para dar entrada a Rakitic para no perder el control del juego. En los minutos finales, el choque volvió a coger alta tensión, Busquets provocó la quinta amarilla que le libra de la sanción el próximo partido en el Camp Nou contra el Almería y poder estar disponible para la nueva batalla complicada que tiene el conjunto culé la próxima semana en el Sánchez Pizjuán de Sevilla. 
Ante la perdida de tiempo del centrocampista catalán, Orellana perdió los papeles y le lanzó un trozo de césped al rostro del de Badía, siendo amonestado por Vicandi como roja directa, dejando al Celta los últimos minutos con uno menos. En las últimas jugadas del choque, Leo Messi tuvo el 0-2 en sus botas, pero su mano a mano, completamente sólo, ante Sergio Álvarez se fue por encima por poco del larguero. Una ocasión perdida por el argentino de volver a recortar distancias en el pichichi con respecto al portuguúes que en la mañana de ayer se desfondó agusto. 

En definitva, décima victoria a domicilio consecutiva del Barcelona de Luis Enrique, que sigue con su colchón a 4 puntos del Real Madrid, marcando las distancias ante el difícil calendario que les queda por delante por afrontar. Sin ir más lejos, la jornada intersemanal deja la visita del Almería al Camp Nou en un choque a priori, asequible, pero que dejará de ser fácil con la visita al Ramón Sánchez Pizjuán el próximo sábado a las 20.00 de la tarde. Un estadio y un equipo que no sabe lo que es perder en casa, que se crece con su gente, que aprieta como nadie, así que bien haría el Barcelona en encarrilar rápido el partido del próximo Miércoles con el Almería para que lo de Sevilla no se convierta en el primer batacazo que celebren en la capital de España del conjunto de Luis Enrique, Una final menos, una final salvada por una estrategia que antes en Barcelona era anecdótica pero que este año, puede ser vital e importante para la resolución final de los títulos

Hecho por : M. David C. Martín (@MDavidCorrea)

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