31 de octubre de 2014

Tras un partido que finalizó con empate a uno, la tanda de penaltis decidió el derbi catalán en el que estaba en juego la Copa Catalunya; Masip fue decisivo durante el partido y en las penas máximas




El Barça se llevó la Supercopa Catalunya gracias a la inspirada actuación de su tercer portero, Jordi Masip, que demostró que realmente dispone Luis Enrique de tres guardametas de garantías. Evitó el gol del triunfo del Espanyol en la recta final y desequilibró en la tanda de penaltis.

Luis Enrique hizo evidente que piensa dar minutos a sus tres porteros al otorgar la titularidad a Jordi Masip; pero también que Martín Montoya no entra en sus planes, al menos a corto plazo: el canterano fue suplente un partido más. Adriano, reaparecido, se situó en la banda derecha.

A pesar de las numerosas ausencias, el técnico blaugrana armó un once más que serio, formado íntegramente por jugadores de la primera plantilla con la excepción de Munir pero que se entrena cada día con ellos y ha dispuesto de muchos minutos en la presente campaña. En cambio, Sergio González recurrió a muchos más jugadores del filial del Espanyol.

El efecto se notó desde el principio pues el Barça arrancó con la misma intensidad que el Espanyol pero con mayor dominio del juego. Luis Suárez, deseoso de minutos y goles, comandó el ataque blaugrana y a los nueve minutos disponía de una primera ocasión al rematar de cabeza un centro de Sergi Roberto que Pau desvió con una buena intervención.

Al cuarto de hora, de nuevo el delantero uruguayo forzaba la jugada del 1-0. Recortó de manera espectacular a Raúl Rodríguez dentro del área y envió el balón al palo contrario para que Gerard Piqué, libre de marca, remachara a la red.

CONTROL Y DESPISTE

El Barça mantuvo su control con un centro del campo que funcionó bien con la tripleta de futuro Sergi Roberto-Samper-Rafinha, llegando a una posesión de en torno al 70%.

Aún así, un despiste en la recta final del primer tiempo de nuevo estuvo a punto de costarle caro al Barça: Jordi Alba estuvo blando a la hora de ir al corte ante Víctor Álvarez que se llevó el balón y forzó el uno contra uno con Jordi Masip.

Por suerte para el Barça, su guardameta abortó lo que tenía toda la pinta de acabar en el empate; pero una vez más un error puntual estuvo a punto de penalizar el buen trabajo colectivo.

CAMBIOS Y GOLAZO

Luis Enrique y Sergio movieron sus banquillos masivamente al descanso; el blaugrana introduciendo cuatro cambios, y el blanquiazul seis. Al retirar el Barça pesos pesados como Suárez, Piqué, Alba y Pedro, la contienda se igualó; y más aún cuando Arbilla aprovechó una falta en la frontal para batir a Masip con un impecable lanzamiento directo a la escuadra de la meta barcelonista y establecer el 1-1 (51').

El Barça estaba acusando en exceso los cambios y tras una nueva pérdida de Ié que permitió a Mamadou encarar a Masip, forzando una nueva ocasión de gol, Luis Enrique incorporó a Xavi y a Rakitic al mediocampo.

El conjunto blaugrana pasó a jugar en algunas fases con un 3-5-2 intentando forzar las bandas del Espanyol, pero la realidad es que cada vez le costó más llegar con claridad hasta el área de Pau. Sería un lanzamiento de Rakitic (75') la mejor ocasión blaugrana en esta fase.

SE LUCE MASIP

El Barça reclamó un penalti de Raúl Rodríguez al interceptar el disparo de Xavi Hernández con el brazo, pero Álvarez Izquierdo no lo vio así que ambos equipos entraron en la recta final del duelo con el empate y sin las ideas demasiado claras en ataque.

El Barça apuró los cambios incorporando a Grimaldo y Halilovic y fue precisamente el croata el que dispuso de una ocasión al lanzar un disparo raso que no entró por poco en la meta de Pau; a continuación sería el Espanyol el que dispuso de una clarísima oportunidad por medio de Abraham que obligó a lucirse a Jordi Masip (86'). Ninguno de los dos equipos fue capaz de desequilibrar el marcador y el duelo acabó abocado a la tanda de penaltis. Una tanda de penaltis en la que el Barça se impuso gracias a que Jordi Masip estuvo inspirado durante el duelo y en las penas máximas.



Por Alberto Martínez (@SiempreRamosSi)

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