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El frío ambiente, tanto por la temperatura bajo cero como por las tribunas vacías, todavía castigadas por la UEFA, contagiaron a ambos equipos, que parecieron tomar recaudos antes de avanzar. Florenzi dispuso de la ocasión más clara en un disparo de cara al arco que se abrió demasiado, en un primer tiempo que tenía predominio de los romanos pero sin profundidad.
Hasta que un avance de Florenzi fue frenado con falta en el límite de la línea del área, muy cerca de ser penal. El árbitro no lo vio así y marco falta, pero eso no fue problema para Francesco Totti, quién fusiló a Akinfeev y encarriló el partido para los romanos.
La eliminación parcial del CSKA forzó que su defensa se adelantara unos cuantos metros en la segunda mitad, logrando algo más de llegada pero con mayor espacio a su espalda. Nainggolan y Ljajic tuvieron muchas oportunidades clarísimas, destacando una del serbio la cual desvió con la punta de los tacos Igor Akinfeev. Pudo haber sido el 0-2, pero el ex-jugador de la Fiorentina no solo peco de solitario, sino que se apresuró demasiado para definir cuando tenía tiempo para acomodarse. Su equipo lo pagaría muy caro...
La falta de definición sería un dolor de cabeza en el final, sumado a una defensa dormida. Y fue Berezutski en un centro al área, buscando a la desesperada una cabeza para que desvíe la pelota, encontró la indecisión de los italianos y la floja respuesta de Morgan De Sanctis. El CSKA empataba el partido sobre la hora con la complicidad del ex-portero del Napolés y mantenía con opciones tanto al City como al propio CSKA.
Probablemente fue demasiado castigo para una Roma la cual tuvo muchas ocasiones pero no las aprevecho. La Roma y el Manchester City se disputaran la segunda plaza en el Stadio Olímpico de Roma en la última jornada y, al mismo tiempo, también tendrán que estar pendientes del partido entre Bayern y CSKA.
Escrito por: @JonasMarek
