15 de enero de 2015

En un ambiente infernal, de gran cita, el Atlético de Madrid ha conseguido certificar el pase a los cuartos de final de esta Copa del Rey. El Real Madrid lo peleó hasta la saciedad, dominó varias fases del encuentro, pero no llegó a concretar sobre el marco de Oblak. El cuadro colchonero se aprovechó de dos errores de salida de Ramos que fueron definidos por Torres, que recordó a la mejor versión del Niño que brilló en la Premier defendiendo la elástica del Liverpool.

A priori, el conjunto de Ancelotti hizo lo que tenía que hacer. Sobre el papel, el Real Madrid, tenía que marcar dos goles y los metió, aunque no contaban los madridistas con las dos dianas rojiblancas. Ambos tantos del internacional español, fueron en los inicios de las dos partes, por lo que suponieron un batacazo para los vigentes campeones del torneo.

En la primera mitad, los locales dominaron. Se equivocaron en precipitarse en exceso, que no supieron finalizar en los balones divididos. Sergio Ramos, dio unas de cal y otras de arena y en un balón colgado por Kroos cabeceó y batió a Oblak, que no hizo una buena salida. El empuje del Real Madrid no cesó y siguió atosigando a los del Manzanares. Cristiano, Bale e Isco sobretodo producieron muchos acercamientos. El malagueño no paró de realizar acciones de fantasía propias de un futbolista de su talla. 
Se llegó al descanso con un marcador que no reflejaba lo visto sobre el rectángulo de juego. El Real Madrid enbotelló a un Atlético que no lograba mantener la posesión pero que enfilaba los vestuarios con una cómoda renta global.

Se repitió el guión que en la primera parte. Comienzo fuerte del campeón de Liga, que volvió a presionar a Ramos, que pateó mal el esférico para darle un regalo a Griezmann. El francés se la cedió a Torres, que dejó a Pepe sentado para batir a Keylor. El ex guardameta del Levante, tocó el cuero pero no logró detener el disparo del madrileño. Gol que certificaba una eliminatoria y declinaba el derbi hacia el lado rojiblanco.

Cambió el choque. Simeone introdujo a Turan en lugar de Torres para conseguir equilibrio. Acertó con la sustitución el argentino, mientras que por el bando adversario Pepe caía lesionado y para reemplazarle entraba Varane. Daba la impresión que el derroche físico que desplegó el Real Madrid en el primer tiempo hizo mella en los jugadores.

A pesar de eso, Cristiano Ronaldo puso la igualada tras un centro de Bale. Gol que dio una mínima esperanza al socio blanco, que no fue acompañada por sus futbolistas. No llegaron los acercamientos del primer tiempo, llegaron las imprecisiones de una zaga que daba mucha desconfianza. Jesé no fue el revulsivo esperado, Bemzema desapareció, Bale cojeaba...

Al Atlético le bastó con plantar el autobús en un tiempo y mover el balón en otro, para destrozar a un Real Madrid que luchó, que hizo soñar a la parroquia madridista. Liga y Champions, únicos objetivos. El Atlético puede terminar el curso con algún título. El torneo del K.O, es más factible.

Por: David Moreno (@D_Moreno19)

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