Me
atrevería a decir que Moyes se va bastante contento del Madrigal, después de
ver a su equipo salir goleado hace sólo un mes, el entrenador británico formó
un esquema defensivo a más no poder, Marcelino salió dando descanso a los
titulares, pero fueron dos ayer suplentes pero titulares esta temporada, Bruno
y Cheryshev, los que fabricaron el único gol del encuentro, anotado por el
ruso.
El
Submarino Amarillo dominó por completo todo el encuentro, La Real no llegó a
tirar a puerta en todo el partido, y tuvieron mucha suerte de encajar un
solitario gol. Este gol obliga a Moyes a salir al ataque la semana que viene en
la vuelta, algo que todos esperábamos del partido de hoy.
El ex
del United les dejó claro a sus jugadores que no iban a por el partido, el
Villarreal comenzó con bola desde el minuto uno, y hasta el minuto 90 +3 les
duró la posesión. Los donostiarras regalaron mucho campo para la salida de los
locales, cosa que aprovecharon los laterales a la perfección, se vio a Jaume
Costa y a Mario continuamente en campo rival, desarbolando la zaga visitante
con un rápido juego de pases.
Jonathan
dos Santos, el mejor de la primera parte, se hizo dueño y señor del medio
campo, y estuvo muy activo en ataque también, la mejor de los primeros 45
minutos estuvo en sus botas, en una jugada creada por la pareja dos Santos, con
dos paredes que dejaron un tiro franco del más joven de los dos, que remató
francamente mal, desaprovechando la oportunidad de adelantarse antes del
descanso.
La
segunda casi no cambió, los dos entrenadores pidieron aguante a los suyos, Marcelino
sabía que el 0-0 no aguantaría mucho más, y a Moyes le estaba saliendo bien la
jugada del equipo defensivo. Viendo que pasaba el tiempo, Marcelino se fue a
por el partido, sacó a tres titulares, Denis, Bruno y Vietto, y el gol no
tardaba ni diez en minutos en llegar, recuperación y salida muy rápida,
conducción de Bruno por en medio que ve el desmarque del ruso y este define
cruzado a la perfección.
El
ansiado gol había llegado, y el Villarreal ya tenía la mínima renta con la que
esperaba irse, y se lanzó a por el segundo sabedor de que ya habían hecho
puerta una vez podrían hacerlo una segunda. Moyes se debatía entre continuar la
defensa o salir a por el empate, sacó a otro mediocentro de contención, y
comenzó a pensar en Anoeta.
Teniendo
constancia de lo ocurrido el domingo pasado en Anoeta, el técnico inglés ha
visto de lo que es capaz esta Real, ganar al Barsa nunca es tarea fácil, por lo
que el equipo Txuri-urdin confía en la magia de las grandes noches de Anoeta,
estadio que nunca falta a las citas importantes.
Escrito por: @carlos2gogo