8 de enero de 2015

Me atrevería a decir que Moyes se va bastante contento del Madrigal, después de ver a su equipo salir goleado hace sólo un mes, el entrenador británico formó un esquema defensivo a más no poder, Marcelino salió dando descanso a los titulares, pero fueron dos ayer suplentes pero titulares esta temporada, Bruno y Cheryshev, los que fabricaron el único gol del encuentro, anotado por el ruso.

El Submarino Amarillo dominó por completo todo el encuentro, La Real no llegó a tirar a puerta en todo el partido, y tuvieron mucha suerte de encajar un solitario gol. Este gol obliga a Moyes a salir al ataque la semana que viene en la vuelta, algo que todos esperábamos del partido de hoy.
El ex del United les dejó claro a sus jugadores que no iban a por el partido, el Villarreal comenzó con bola desde el minuto uno, y hasta el minuto 90 +3 les duró la posesión. Los donostiarras regalaron mucho campo para la salida de los locales, cosa que aprovecharon los laterales a la perfección, se vio a Jaume Costa y a Mario continuamente en campo rival, desarbolando la zaga visitante con un rápido juego de pases.

Jonathan dos Santos, el mejor de la primera parte, se hizo dueño y señor del medio campo, y estuvo muy activo en ataque también, la mejor de los primeros 45 minutos estuvo en sus botas, en una jugada creada por la pareja dos Santos, con dos paredes que dejaron un tiro franco del más joven de los dos, que remató francamente mal, desaprovechando la oportunidad de adelantarse antes del descanso.

La segunda casi no cambió, los dos entrenadores pidieron aguante a los suyos, Marcelino sabía que el 0-0 no aguantaría mucho más, y a Moyes le estaba saliendo bien la jugada del equipo defensivo. Viendo que pasaba el tiempo, Marcelino se fue a por el partido, sacó a tres titulares, Denis, Bruno y Vietto, y el gol no tardaba ni diez en minutos en llegar, recuperación y salida muy rápida, conducción de Bruno por en medio que ve el desmarque del ruso y este define cruzado a la perfección.
El ansiado gol había llegado, y el Villarreal ya tenía la mínima renta con la que esperaba irse, y se lanzó a por el segundo sabedor de que ya habían hecho puerta una vez podrían hacerlo una segunda. Moyes se debatía entre continuar la defensa o salir a por el empate, sacó a otro mediocentro de contención, y comenzó a pensar en Anoeta.

Teniendo constancia de lo ocurrido el domingo pasado en Anoeta, el técnico inglés ha visto de lo que es capaz esta Real, ganar al Barsa nunca es tarea fácil, por lo que el equipo Txuri-urdin confía en la magia de las grandes noches de Anoeta, estadio que nunca falta a las citas importantes. 


Escrito por: @carlos2gogo

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