Por
segundo encuentro consecutivo, Mario Balotelli anotó el tanto de la victoria,
el único del partido, en el choque de ida de los dieciseisavos de final de la
Uefa Europa League, en la que el Liverpool recibía al Besiktas. Ante la
ausencia de Gerrard, el italiano fue el encargado de transformar la pena máxima
rondando el minuto 90’ de encuentro.
El
encuentro no estuvo plagado de fútbol, ni fue un recital de ninguno de los dos
equipos, lo que es cierto es que los dos equipos buscaron salir vivos para la
vuelta de este encuentro. A la contra el Besiktas conseguía hacer daño con un
Demba Ba superlativo pero que no podía superar a Mignolet.
La más
clara de los locales, la tuvo Lallana en un rechace del portero la pelota se
quedó franca en el área pequeña pero la simple presión de un jugador del
Besiktas hizo que el ex del Southampton la mandara alta.
Lo
intentó Balotelli de falta directa, pero nadie pudo rematar esa especie de
centro chut. Los turcos buscaban el tanto a balón parado sobre todo, Sosa
mandaba a las nubes una falta lateral que bien tirada habría sido una ocasión
manifiesta.
Lo realmente importante del partido fue sin
duda el penalti, llegada de Sterling por banda derecha entra dentro del área y
antes de que pueda centrar un jugador turco le trastabilla por detrás
derribándolo. Vista la repetición, el defensa comete una falta tonta, casi sin
querer, que le cuesta a su equipo ir a la vuelta por debajo del marcador.
Mario Balotelli
como ya he dicho fue el encargado de transformar la pena máxima, engañó al
portero visitante, y volvió a decidir con un agónico gol.
No está
cerrada la eliminatoria ni de lejos, los turcos necesitan de un gol y mantener
la puerta a cero para plantarse en octavos, eliminando a uno de los grandes de
Inglaterra, que busca la redención tras haber sido eliminado de competición
internacional de clubes por excelencia, siendo relegado a la Europa League,
donde buscará reconquistar un trofeo europeo.
Escrito por: @carlos2gogo