22 de marzo de 2015

Tras la derrota en casa de la Fiorentina el AC Milan se enfrentaba en San Siro a un Cagliari necesitado de puntos proveniente de una mala dinámica de resultados.

El partido empezaba con un Milan nervioso en el centro del campo mientras que el Cagliari estaba desorganizado. Era muy lento el encuentro, causa de los pitos de la hinchada lombarda que mostraba pancartas en contra del club.

Jeremy Ménez se estaba convirtiendo en el mayor espectáculo del partido cuando en el 20´ dejó sentado a Donsah para mandar un  derechazo a la escuadra en una magnífica acción. 1-0 para los locales.

Se mostraba superior el AC Milan, con una fluidez ofensiva manejada por Van Ginkel que callaba o al menos achantaba al público.

Se llegaba al descanso con una buena noticia para los visitantes, el marcador no era abultado.

En la primera jugada de la segunda parte, el Milan buscó el tercero pero las protestas de un penalty iban a suponer una kriptonita, el Cagliari montaba el contragolpe para que Farías dejara sentado a Mexes y pusiera el balón en las redes rossoneras. 1-1 en el minuto 46´, mazazo para el club milanista.

En los dos minutos siguientes, el Milan mostró carácter para buscar ventaja, encontrándola en un córner botado por Ménez que Mexes empalmó directamente a la escuadra. Golazo que celebraba con rabia el central abrazando al míster.
Celebración eufórica de Ménez

El Milan se empezaba a dormir debido a los cambios ofensivos presentados por Zeman por lo que Inzaghi decidió meter a Cerci para buscar los espacios generados por la ofensiva rival.

Atacaba sin prisa los rossoblu y en un error en la transición defensiva de la zaga local Joao Pedro estrelló el balón que lamió en larguero. Inzaghi acataba con nerviosimo

Poco a poco se apagaba el efecto Zeman y era el momento de Cerci, que manejaba los contraataques con naturalidad. En una de esas jugadas vino el broche del partido en la que Ceppitelli derribó a Cerci dentro del área. Jugada polémica porque la falta se realizó fuera del área.

Ménez rompía el esférico a la derecha de la portería. El partido se rompía siendo la pasarela perfecta para Cerci, en el que el Milan desaprovechó dos oportunidades surrealistas. Tanto Pazzini como Cerci erraron dos goles cantados, sobre todo el del Pazzo que falló un pase de la muerte.

Finalmente victoria rossonera por 3-1 ante un Cagliari que sigue en una mal tónica de juego y resultados.


Por Miguel Ángel Martín (@AdictoFutbolES)

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