22 de marzo de 2015


Partido de necesidades el que se vivió en Riazor. El Deportivo de La Coruña no podía fallar si quería alejarse del descenso, mientras que el Espanyol tenía una de sus últimas oportunidades para intentar acercarse en la lucha por los puestos europeos. Y pese a que los tres puntos eran vitales para uno y otro equipo, el encuentro entre ambos conjuntos se saldó con un empate sin goles y sin mucho fútbol, donde los gallegos fueron de más a menos y donde los catalanes dispusieron de las ocasiones más claras del partido.

En la primera parte, fueron los locales los que dominaron el encuentro, metiendo a su rival en el área en numerosas ocasiones. Oriol Riera sería el que dispusiera de las ocasiones más claras de los suyos, pero la mala fortuna y una buena actuación de Kiko Casilla hicieron que el gol no subiera al marcador. Quizás, la ocasión más clara de los primeros 45 minutos la dispuso Cavaleiro. El jugador cedido por el Benfica se aprovechó de un fenomenal pase de Bergantiños para quedarse solo en un mano a mano con Casilla. Sin embargo, y cuando Riazor cantaba el tanto, el guardameta catalán sacó una gran mano que impidió el tanto,

Ya en la segunda mitad, los gallegos notarían el cansancio y la fatiga de la primera parte y sería el Espanyol el que llevara el timón del juego, sobre todo en los últimos diez minutos, donde se produjo la ocasión más clara del encuentro. Tras un saque de esquina botado desde la izquierda, Javi López se encontró con el balón botando en el pico del área pequeña, y cuando todo parecía que el balón entraría, el esférico lo rechazaría el larguero y botaría después en la línea. De esta manera, el marcador señalaría el mismo resultado tanto al inicio como al final del encuentro, y deja a ambos equipos con un sabor agridulce en el intento de ambos para sus objetivos esta temporada.



Escrito por: @NehemiasDorta


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