30 de junio de 2015


Marcos; Lucio, Roque Junior, Edmilson; Cafú, Gilberto Silva, Kléberson, Roberto Carlos; Ronaldinho; Rivaldo y Ronaldo. Equipo legendario. No sólo por sus nombres sino por su juego. El último plantel de la canarinha que pudo levantar la Copa del Mundo en el Estadio de Yokohama, Japón, en 2002.

El conjunto brasileño venía de disputar dos finales del mundo consecutivas en 1994 y 1998 con diferente suerte. Campeón en Estados Unidos 94 por penales contra Italia, con aquel penal malogrado de Roberto Baggio mientras que en la última, en Francia 98, cayó estrepitosamente ante la selección anfitriona por 3 a 0. En ese encuentro, Ronaldo estuvo desaparecido y muchas críticas fueron contra él.

Hay quien dice que el fútbol siempre te da revancha, y 4 años después, el “gordo” tuvo la suya, siendo el máximo goleador de la competición con ocho tantos y el autor de los dos goles en la final vs Alemania.

Es cierto que Brasil no tuvo rivales de jerarquía en su camino hacia el partido definitivo. Superó sin inconvenientes la fase de grupos que compartió con China, Turquía y Costa Rica. En octavos se enfrentó a Bélgica y en cuartos a Inglaterra, su rival más complicado En semifinales le tocó nuevamente Turquía, la cenicienta del torneo, a quien derrotó por un ajustado 1 a 0 con un puntinazo histórico de Ronaldo. De esa forma, el combinado carioca se ganó el derecho de jugar su tercera final del mundo consecutiva, esta vez ante Alemania.


Por su parte, el conjunto teutón tuvo una trayectoria ante rivales de calidad similares a los de su rival en la final. Paraguay en octavos, Estados Unidos en cuartos y Corea del Sur, el anfitrión, en la semifinal.

Resulta curioso destacar que ninguna de las dos selecciones pasa por el mismo momento hoy en día.

Por un lado, Alemania no había mostrado un juego muy convincente además de que había vencido por 1 solo gol de diferencia a rivales que eran muy inferiores en los papeles. Hoy en día, la selección alemana se caracteriza por su potencia goleadora y su buen juego. Nos viene a la memoria el inolvidable 7 a 1 a Brasil en las semifinales del año pasado.

En cuanto a Brasil, en 2002 tenía un seleccionado de ensueño, capaz de golear a cualquier equipo del mundo tan sólo por el poderío indiviudual que poseía. El trío de las “R” (Ronaldinho, Rivaldo y Ronaldo) hicieron estragos en las defensas rivales y qué decir de sus laterales Cafú y Roberto Carlos. En la actualidad, el seleccionado carioca pasa por un momento de recambio y de dudas. No tuvo un buen mundial en el cual era el anfitrión y quedó afuera de la Copa América en cuartos de final contra Paraguay hace pocos días.


Pero en aquella final se dio la lógica. Y como mencionamos anteriormente, Ronaldo tuvo una actuación utópica. Dos tantos suyos, el primero a los 22 minutos de la segunda etapa luego de un rebote corto del guardameta alemán Oliver Kahn, y luego un derechazo inatajable a los 34, sellaron el título para los sudamericanos.

El Brasil del 2002. Mucho se lo comparó con el de 1994 e incluso con la legendaria alineación de 1970, aquella que tenía jugadores de la talla de Pelé, Jairzinho, Gerson, Tostao y Rivelino. Fuera de las comparaciones, Brasil ganó el mundial de Corea-Japón con justicia y con un juego que deslumbró al mundo una vez más.

Escrito por: @rodriisvarz10

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